Al suroeste de Ciudad Real existe un valle de colinas redondeadas, encinas milenarias y casitas blancas perdidas en la inmensidad de un territorio recóndito, destino invernal de rebaños trashumantes, ganadería extensiva, restos mineros y abrigos rupestres. Es el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, con crestones y pedrizas por las que serpentean los ríos Montoro, Fresneda y Ojailén, en la divisoria de las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir, hasta unirse en el Jándula, que se marcha de Ciudad Real atravesando Sierra Morena y la Sierra de Andújar, en Jaén, para desembocar en el Guadalquivir.
Valle de referencias literarias como la Venta de la Inés nombrada por Cervantes en ‘Las novelas ejemplares’, el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, con paisajes que recuerdan a la Andalucía del otro lado de Despeñaperros, se convirtió en 2011 en un parque natural protegido de casi 150.000 hectáreas, el más grande de Castilla-La Mancha y el quinto en extensión de España. Doce años después este valle extraordinario intenta darse a conocer como destino de turismo de interior y naturaleza, sin que se resientan los usos tradicionales.
Un paisaje “puro”, esa es la palabra que mejor define un parque que no tiene problemas de acceso por carretera (lo atraviesa la N-420 y los ocho pueblos están bien comunicados, en general, por carreteras provinciales), cerca de Puertollano, pero alejado de Ciudad Real capital y de la principal vía de comunicación con Andalucía (la A-4), lo que ha limitado su conocimiento en comparación a otros espacios naturales de la provincia.
Tampoco ayuda a la divulgación de los valores ambientales que la mayor parte del terreno pertenezca a fincas privadas, de caza, otra actividad ancestral del valle, que no le resta encanto en opinión de José Ramón Ramos, el nuevo director conservador desde agosto, tras la jubilación de Juan Ruiz de Castañeda.
“Estamos en un ecosistema que se ha mantenido con mucho equilibrio y de una forma muy pura”, describe Ramos, mientras observa correr el río Montoro, poco antes de la unión con el Fresneda, cerca de Solanilla del Tamaral, pedanía de Mestanza. Aventurarse por los dieciocho senderos oficiales del parque (algunos por señalizar) o recorrer las vías pecuarias de uso público es toda una experiencia.
Poco más de 10.400 personas viven en los 8 pueblos
Imposible experimentar en parques naturales con más renombre la sensación de visitar este valle, habitado por apenas 10.400 personas en los ocho pueblos en los que se asienta el parque natural: Almodóvar del Campo (el núcleo de población más grande), Fuencaliente, Brazatortas, Cabezarrubias del Puerto, Mestanza, Solana del Pino, Hinojosas de Calatrava y San Lorenzo de Calatrava. Subirse a alguno de los riscos que lo delimitan y contemplar desde ellos el valle envuelto en las brumas invernales es una buena manera de captar su esencia.
Los primeros centros de visitantes, en primavera
La llegada de Ramos, un ingeniero agrícola de la administración regional con amplia experiencia en la gestión de las vías pecuarias, coincide con un momento de impulso al uso público. Con Plan Rector de Uso y Gestión(PRUG) en vigor desde 2019, toca potenciar unas mínimas infraestructuras turísticas que sirvan de referencia. En vez de un único centro de recepción de visitantes se ha apostado por abrir ocho pequeños, uno en cada pueblo. Los cuatro primeros ya están listos o a punto, se inaugurarán en primavera, a partir de abril.
“En un parque tan extenso era complicado encontrar una ubicación única de referencia, lo que se ha planteado es habilitar un espacio para los visitantes en cada uno de los municipios”, cuenta Ramos. De esta manera en este trimestre abrirán los centros de difusión de los valores del Valle de Alcudia de Fuencaliente, Solana del Pino, Cabezarrubias del Puerto y Brazatortas, y más adelante el resto.
La Consejería de Desarrollo Sostenible firmó los convenios con estos ayuntamientos hace algo más de un año con una inversión conjunta superior a 100.000 euros. Los pueblos han facilitado el espacio en lugares singulares, “por ejemplo en Mestanza el centro va en un edificio muy singular, unas antiguas escuelas de piedra. En cada uno se potencia algo propio como la trashumancia, la minería o las pinturas rupestres”, cuenta el director conservador.
Los centros abrirán los fines de semana y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se hará cargo del personal. En ellos habrá actividades e itinerarios interpretativos diferentes y adaptados a la actividad o característica más singular de ese pueblo.
Cabezarrubias, Fuencaliente, Solana del Pino y Brazatortas
La trashumancia en el Valle de Alcudia, que en pleno siglo XXI se sigue practicando, tendrá protagonismo en el centro de interpretación de Cabezarrubias del Puerto. En Fuencaliente el centro de visitantes compartirá espacio con la oficina de turismo y será centro de interpretación del arte rupestre por la importancia de sus pinturas, con Peña Escrita, el conjunto de pinturas rupestres más grande y mejor conservado del parque, como reclamo.
En Brazatortas el centro de interpretación y la musealización que está montando la empresa ciudarrealeña Anancus se asociará a otros potenciales recursos para el turismo de naturaleza y cultural, con un lavadero histórico.
Centro con vistas a Sisapo en La Bienvenida
El centro de visitantes del Valle de Alcudia en Almodóvar del Campo, más retrasado (todavía no se ha firmado el convenio), no dejará indiferencia a nadie. Se ubicará en la pedanía de La Bienvenida, al lado del yacimiento arqueológico romano de Sisapo, que se intentará musealizar en un futuro -está en terrenos privados-. El emplazamiento permite contemplar los Castilletes Volcánicos, uno de los geositios del geoparque Volcanes de Calatrava.
La Consejería de Desarrollo Sostenible dotará a todas las instalaciones de material interpretativo para la divulgación y la sensibilización. Es el compromiso del acuerdo con los ayuntamientos.
Águilas, buitres, linces
“No hay que olvidar que el Valle de Alcudia y Sierra Madrona se declara parque natural porque aquí habitan una serie de especies en peligro de extinción o a proteger como el águila real e imperial, el lince, la cigüeña negra o el buitre negro. Tenemos también un enorme patrimonio forestal y recursos madereros, apicultura y mucha diversidad geológica, climática y topográfica. Este ecosistema se mantiene con mucho equilibrio y queremos que siga así, que coexista la actividad humana con la fauna protegida y los usos tradicionales”, asegura Ramos.
La trashumancia en el valle, el espectáculo del otoño
En el mes de noviembre se puede contemplar en el Valle de Alcudia uno de los espectáculos más ancestrales y hermosos de la ganadería: la llegada de rebaños trashumantes que previamente han recorrido parte de la provincia desde el norte de Castilla-La Mancha. Son rebaños de ovejas, vacas, e incluso ganadería de lidia, que llegan a parajes arrendados en el valle para pasar el invierno y parte de la primavera. A este parque natural acuden con regularidad rebaños de dos familias muy conocidas, los Cardo, hermanos de Cuenca que recorren la cañada real conquense; y los Belenchón que se desplazan hasta estas tierras tan al sur, incluso a La Carolina y otros destinos de Jaén, desde la sierra de Guadalaviar, en Teruel.
“Esta una de las zonas con más trashumancia de Castilla-La Mancha y por supuesto de Ciudad Real. El Valle de Alcudia ha sido el receptor de toda la trashumancia que viene del norte de Castilla-La Mancha, siempre ha sido una actividad humana muy tradicional junto con la minería”, remarca el director del parque.
Tomarse con calma la visita al Valle de Alcudia
Para visitar el Valle de Alcudia y Sierra Madrona no basta con un fin de semana. Lo interesante es volver una y otra vez a recorrer la infinidad de senderos y vericuetos del valle y la Sierra Madrona, estribación de Sierra Morena, emulando incluso rutas de bandoleros del siglo XIX o guerrilleros de la posguerra como El Lechuga. Pero por algo hay que empezar. “Yo recomendaría que informarse bien sobre los senderos en la web de espacios protegidos de la Junta de Castilla-La Mancha (www.areasprotegidas.es), las empresas de turismo activo o la de empresarios de hostelería Aseturva. Le diría al visitante que elija uno o dos pueblos, y pregunte en ellos por senderos etc, pronto además lo podrán hacer en los centros de recepción”.
“Aquí no hay aglomeraciones, ni turismo masivo, es un parque para disfrutar de la naturaleza más pura y dejarse sorprender por las sorpresas de aventurarse por los caminos”, remarca Ramos. “El otoño que acaba de terminar es una de las épocas más bonitas, el invierno por supuesto, con todo verde, y también la primavera es una buena época”.
El Valle de Alcudia y Sierra Madrona está especialmente recomendado para los amantes de la fotografía de paisajes, el turismo ornitológico y el senderismo, sin desmerecer el patrimonio cultural, arqueológico y prehistórico con el que está salpicada la zona.
Destino Starlight
Los cielos del parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona también son destino turístico Starlight, con oferta de turismo para ver estrellas interpretada por guías especializados sobre todo durante las noches de verano. “Cada uno se estimulará con lo que le resulte más atractivo, el parque exhibe lo que tiene, unos cielos limpios sin contaminación lumínica”.
La Encina Milenaria se cayó pero queda El Abuelo
La Encina Milenaria, bajo cuya sombra se podían cobijar mil ovejas, y que todavía aparece en muchas guías y webs con información del parque natural de Alcudia y Sierra Madrona, no existe. Una tormenta se la llevó por delante a finales de marzo de 2019, pero perviven muchas otras, los conocedores de valle hablan de ‘mar de encinas’ muy espectaculares y dignas de admirar.
Otro árbol singular es El Abuelo de Fuencaliente, un roble centenario que da nombre a una de las rutas de senderismo del término municipal de uno de los pueblos más bonitos en el límite de Ciudad Real con Andalucía. Esta ruta, como otras hasta llegar a las Lastras y otros parajes bellísimos de las estribaciones de Sierra Morena, sale del área recreativa de San Isidro, con una zona de autocaravanas nueva (2021).
Venta de la Inés
A la Venta de la Inés se puede acceder por vías pecuarias y públicas, la principal el cordel de Alamillo en Brazatortas. Está situada en el término municipal de Almodóvar del Campo, en la margen del antiguo Camino Real de Toledo a Andalucía, al paso del collado que sirve para cruzar la Sierra de la Umbría de Alcudia.
La Venta de la Inés sirvió de albergue a personas y animales, sobre todo a partir del siglo XVI. Es además una representación de la etnografía y cultura cervantina en la provincia, con muchas referencias a ella tanto en el Quijote como en las ‘Novelas ejemplares’ de Miguel de Cervantes.
El nuevo director del parque, “un facilitador”
Enfrascado en seguir conociendo el valle y a quienes lo habitan para compatibilizar los usos tradicionales con la conservación, el director del parque natural se plantea su trabajo como el de “un facilitador”. “En los meses que llevó al cargo he intentado entrevistarme y escuchar a todo el mundo. Llegas aquí, cada uno te cuenta su problemática, y tratas de adecuar el problema de esa persona a la ley, intento ser un facilitador. Como empleado público de la administración cuido de que se preserve la ley y la naturaleza, sin que decaiga la ganadería extensiva, entiendo que el día que desaparezca la ganadería y los habitantes no encuentren razón para quedarse la fauna también sufrirá negativamente”.
“Las personas censadas en los ocho municipios son conscientes del valor del Valle de Alcudia y Sierra Madrona y del patrimonio que tienen que preservar, la dirección del parque intenta que la legislación vigente no encorsete demasiado y se tramiten las cosas poco a poco y de una forma adecuada”, apostilla Ramos.
Respecto a la vuelta del lobo al valle, uno de sus hábitats históricos, el posicionamiento de la dirección del parque “es preservar toda especie que esté, si no está no se la va a introducir artificialmente, aunque puede que vuelva algún día”.
Aseturva: “Se van haciendo cosas”
¿Y cómo está el turismo en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona? Conchi Sánchez Tello, presidenta de la asociación de empresarios de turismo del valle de Alcudia (Aseturva) valora “que se van haciendo cosas”, aunque el despegue es lento y complicado, y todo eso sin aspirar a un turismo masivo. “Las pernoctaciones son escasas”, comenta, y eso que la oferta es buena y variada. “Que la Junta compre de una vez el yacimiento romano de Sisapo y lo musealice sería otro buen revulsivo para el valle”, opina.
La asociación cuenta con 25 socios y disponen de web propia: turismovalledealcudia.com con la información básica sobre todos ellos bajo distintos epígrafes.
Alojamiento, restauración y turismo activo
Estos son los negocios turísticos de Aseturva: Hotel Rural Sisapo (Almodóvar del Campo), restaurante casa rural La Posada de Alcudia (Estación Brazatortas-Veredas), casa rural Don Tello (Almodóvar del Campo), casa rural El Nido de Alcudia (Almodóvar del Campo) y El Nido de Alcudia restaurante, restaurante La Merina Negra (Almodóvar del Campo), restaurante vinoteca McCloud Vin&Gin (Almodóvar del Campo) restaurante La Bodega del Cacho (Almodóvar del Campo), casa rural La Mina (Minas del Horcajo, Almodóvar), Arroyo Carboneras Complejo Turístico (Brazatortas), hotel rural Las Cinco Ranas (Brazatortas), restaurante hotel Sierra Madrona (Fuencaliente), hotel restaurante Peña Escrita (Fuencaliente), casa rural-restaurante Las Eras (San Lorenzo de Calatrava), casa rural El Peñón del Cura (San Lorenzo de Calatrava), casa rural La Casa del Abuelo y hotel rural Casa del Valle (Hinojosas de Calatrava).
Turismo activo y hasta viajes en globo
Las empresas de turismo activo (disponen de web propia) son Madrona Activa, Descubre Alcudia y Valle de Alcudia Experiences, esta última una empresa que oferta recorridos panorámicos en globo por el parque.
Degustar algo típico
Para consumir o llevarse algún producto típico la Asociación de Empresarios del Valle de Alcudia y Sierra Madrona ha incorporado a sus asociados a empresas de productos autóctonos: Cooperativa Virgen del Carmen (aceites, en Almodóvar), Quesos el Valle (Almodóvar), Aceites Baos, una almazara ecológica también en Almodóvar del Campo, Apícola Sierra Madrona, que comercializa miel en Solana del Pino, la original Gourmet Caracoles del Valle de Alcudia (guisados al estilo de la zona, también en Almodóvar) y la tienda Los Arcos (Almodóvar del Campo) que vende productos de toda la comarca y además cuenta con panadería propia y horno de leña.
Superadas las restricciones por la pandemia en el valle se han retomado actividades de divulgación de la naturaleza que se habían dejado de celebrar, la más próxima en el calendario (fin de semana del 21-22) en la aldea de La Bienvenida, junto al yacimiento romano de Sisapo, que incluye una observación de avifauna el sábado a partir de las cinco y media de la tarde desde los Castillejos Volcánicos.
18 rutas en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona
El acceso por carretera al Valle de Alcudia y Sierra Madrona desde el norte y el principal desde el sur se realiza por la N-420. Desde el norte pasando por Brazatortas en sentido Córdoba, se recorre el sector central del parque natural a través del Valle de Alcudia y tras remontar el puerto de Niefla, en el corazón de Sierra Madrona, se llega a su límite más meridional Fuencaliente, acceso sur principal desde Montoro ( A-4 ), junto con la CR-500 acceso sur desde el parque natural de Andújar. Desde el este se accede por la carretera provincial CR-5044, enlazando con la A-4 desde Viso del Marques, atravesando paisajes agrestes excepcionales de gran belleza, por San Lorenzo de Calatrava. Desde la N-420 parte también la carretera autonómica CM-4202 en dirección Alamillo, que permite recorrer la dehesa de encinar del valle.
Los principales senderos
Ruta 01.- San Isidro-Chorrera de las Sierpes-Robledo de Las Hoyas-El Abuelo
Ruta 02.- Puerto de Valderrepisa-Abulagoso-Vereda de las curvas. Sin señalizar
Ruta 02.3 Abulagoso-Cereceda-Campo de Fútbol
Ruta 03.– Cereceda. Sin señalizar
Ruta 04.-Peña Escrita-Navalmanzano-Morrón del Pinto-Fuencaliente. Señalizada parcialmente.
Ruta 05.- Fuencaliente- Aldea de Ventillas. Señalizada parcialmente.
Ruta 06.- Las Escorias-La Bañuela. Habilitada y señalizada
Ruta 07.- Peña Escrita-El Escorialejo-Los Pinos-La Bañuela. Habilitada y señalizada
Ruta 08.- Barranco de Peña Escrita. Habilitada y señalizada.
Ruta 09.- Fuente del Almirez-Umbría de Ventillas-Atrancader-Fuente del Almirez. Sin señalizar.
Ruta 10.- Las Lastras- La Batanera
Ruta 11.- Entrepinturas La Batanera-Peña Escrita. Habilitada y señalizada
Ruta 12. Hoya del Prior-Collado del Viento
Ruta 13. Chorrera de Ventillas
Ruta 14. Puerto de Niefla-Túnel del Horcajo
Ruta 15. Infantil de las Huellas
Ruta 16. Molino Flor de Ribera-Senda cueva Hoz de Valdoro
Ruta 17. Peñón Amarillo
Ruta 18. Collado del Águila