Esta suerte de encuentro intergeneracional ha tenido lugar en uno de los espacios PID almodovareños, el ubicado en la sala de actividades del Mercado Municipal y ha servido para poner el mejor broche al curso de robótica en el que han participado escolares.
Allí, estos junto a sus respectivos abuelos o abuelas, en compañía del equipo de monitores que les han adiestrado y en presencia de ediles como Carmen Santos y Virginia López, han mostrado con orgullo los logros que han obtenido en estas semanas de talleres.
Se presentaban así, con enorme satisfacción y alegría, los respectivos proyectos que cada participante ha desarrollado este verano, explicando qué sensores han utilizado, cómo los han programado para hacer determinadas acciones y comportamientos.
El acto sirvió para entregar diplomas a cada menor participante por parte de sus monitores Joaquín, Edgar y Orestes, que han atendido los dos tunos mensuales que se hubieron de articular para poder dar cabida a la gran demanda registrada para el taller.
“Ha sido muy divertido, nos lo hemos pasado genial, los chicos han aprendido mucho y nosotros más aún con ellos y estamos muy agradecidos de haber tenido esta oportunidad y de haber contado con robots extra que nos facilitó el Ayuntamiento”, resumía Orestes,
El fin de este apoyo consistorial era precisamente, como señalaba la concejala Virginia López, encargada de atender desde el Ayuntamiento las necesidades de los PID, “poder llegar al mayor número de niños y niñas con interés en participar y no quedar fuera”.
De hecho, inicialmente el cupo total era de 20 plazas para esta iniciativa de la Diputación Provincial, pero finalmente, gracias a los kits de robótica adquiridos por el Consistorio, la cifra se pudo duplicar y superar, dando así cabida a un total de 42 menores.
Y desde la Concejalía de Mayores, Carmen Santos ponía de relieve también el papel del equipo de monitores “que el resto del año fomentan y enseñan el uso de nuevas tecnologías a personas mayores de nuestra pueblo, de lo que estamos muy agradecidos”.