José Luis Cabezas, de los alcaldes que más ha peleado porque la N-430, que ahora parte en dos Piedrabuena, supere esta localidad mediante una variante poblacional, además de exigir la autovía, reconoce que está bastante contento con la decisión del Gobierno de acometer una mejora integral, cifrada en 350 millones de euros, y descartar por ahora aventuras de nuevas autovías entre Ciudad Real y Extremadura.
“Estamos muy satisfechos, valoro muy positivamente la propuesta por fin hace un Gobierno, sin renunciar en un futuro más lejano a la autovía”, ha dicho en declaraciones Lanza. Cabezas también se alegra “de que haya sido un Gobierno socialista, en este caso de Pedro Sánchez, frente a otros del mismo signo que no hicieron nada, el que haya movido ficha”.
El alcalde de Piedrabuena, que todavía recuerda cómo al final de la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (2011) consiguió un compromiso de estudio informativo, “luego vino el parón con el Gobierno de Rajoy y la crisis”, celebra el proyecto por los “muchísimos beneficios que supone, el principal evitar peligros”. “Esta propuesta del Gobierno de España supone andar casi la mitad del camino que queríamos recorrer”, añade.
Tercer carril en muchos tramos
Explica que las obras que se plantean contemplan arcenes más anchos en la carretera, variantes en los municipios de Piedrabuena, Luciana y Puebla, en lo que afecta a Ciudad Real, y tercer carril en muchos tramos, “es casi una autovía, a la que por otra parte no renunciamos”.
José Luis Cabezas destaca que “va a suponer una mejora importantísima en la seguridad”, además de contribuir “a la reducción de los tiempos, del consumo de combustible y de contaminación”. “Esto se traducirá en menos accidentes”, apostilla.
La modernización supondrá el aumento de la seguridad para los vehículos y los peatones. Así pues, Cabezas señala que en la travesía de Piedrabuena “1.500 habitantes cruzan diariamente la nacional para acceder a servicios como el médico, Correos, la Guardia Civil, el Ayuntamiento, los colegios o la notaría”.
“No pueden tardar 30 meses de estudio”
El único pero que le pone es el tiempo que da la Dirección General de Carreteras para hacer el estudio informativo de toda la obra, “no puede ser que para hacer el estudio se tarden treinta meses, ¡si tienen la carretera estudiada palmo a palmo!, llevamos varias décadas de polémica norte-sur, no nos pueden dar más largas”.
“Esperar otros 30 meses es excesivo y una tomadura de pelo a estas alturas”. José Luis Cabezas considera que la Dirección General de Transporte debería “reducir el plazo significativamente”, que no debería superar “un año”. Si a esos dos años y medio, se le suma la redacción del proyecto y la licitación, el comienzo de las obras podría demorarse al menos 4 años.
El fin de las polémicas con la opción sur por Almadén
Asimismo, con respecto al debate entre la opción norte y sur de la A-43 por Almadén y Puertollano, José Luis Cabezas espera que era resolución permita alcanzar “un cierto clima de paz”. “Por fin existe una alternativa, que acaba con las polémicas”, dice.
Este mismo jueves, representantes de las comarcas afectadas, de la Diputación y del Gobierno regional han mostrado su rechazo a la opción planteada por el Ministerio. Sin embargo, según Cabezas, “ahora ya no hay ninguna opción de autovía, solo la de mejorar la nacional”.
El estado del firme en la N-430 en algunos tramos es “una vergüenza”
Preguntado por la situación de la vía, José Luis Cabezas reconoce que “es una vergüenza” las condiciones en las que están algunos tramos, como el comprendido entre Piedrabuena y Luciana. “A poca velocidad te puedes salir de la carretera por alguno de los baches”, admite.
En el tramo entre Luciana y Puebla de Don Rodrigo han existido mejoras de refuerzo del firme en los últimos meses, pero Cabezas insiste en que “se requieren esos ensanches, esos mejores arcenes y las variantes”.