“Tenemos agua para año y medio, siempre que seamos responsables en su uso, la colaboración ciudadana es indispensable para superar este año de sequía”. Casimiro Pastor, presidente de la mancomunidad de servicios del embalse de Gasset, que abastece a Ciudad Real y seis poblaciones mancomunadas más, además de Malagón y Fernán Caballero, apela a la responsabilidad para superar el segundo peor año del siglo, con una situación hídrica en la cuenca del Guadiana que recuerda a los peores momentos de la sequía de 1995.
Y lo dice de cara a este 22 de marzo de 2020, Día Mundial del Agua, que se celebra con la mirada puesta en las aguas subterráneas de las que depende la mayor parte del regadío de Ciudad Real y un alto porcentaje del abastecimiento poblacional.
La sequía en el pantano de la Vega del Jabalón ha obligado a la comarca del Campo de Calatrava a depender de agua subterránea para la población, algo que no ocurría desde los noventa, cuando la capacidad de embalse en la provincia era más pequeña, pero no se notaban los estragos del cambio del climático como ahora.
El segundo peor inicio de año del siglo
A 1 de enero de este año 2022, con uno de los inviernos más secos del siglo y desde que hay registros, los embalses del Alto Guadiana almacenaban 82 hectómetros cúbicos (la capacidad total de embalse es de 400), situación que apenas ha variado tres meses después (en esta semana almacenan 83,2, han recuperado algo por las lluvias de marzo).
71 hm3 en 2018 y 13 en 1996
Es el segundo peor dato del siglo, tras los 71 hm3 que registraron los pantanos de la provincia el primero de enero del año 2018 (las lluvias excepcionales de marzo le dieron un vuelco a la situación). Desde entonces hay que remontarse hasta enero del año 1996 para encontrar un nivel de embalsada en la provincia tan bajo, ese 1 de enero los embalses del Guadiana iniciaron el año con solo 13 hectómetros cúbicos (la presa de Torre de Abraham no se había recrecido).
La situación es mala, sobre todo para la agricultura, pero no desesperada todavía. Los 115.000 habitantes de la capital no tienen que temer, al menos a medio plazo, aunque la situación es peor que el año pasado, la peor desde 2018 el año en el que cuando la sequía parecía tocar fondo llegaron las lluvias de marzo.
El Gasset recibirá agua de la Torre hasta mayo
Marzo también está siendo lluvioso en relación a lo casi nada que ha llovido en enero y febrero, pero la situación queda lejos de aquel marzo de récorde de 2018. El embalse de Gasset encara la recta final del invierno con 12 hectómetros cúbicos de agua embalsados (19 el año pasado) y recibiendo un trasvase de 2,5 hectómetros cúbicos del pantano de la Torre de Abraham –“el primero del año y ojalá fuera el último”, apostilla Pastor-, que se quedará exhausto cuando finalice la suelta el próximo 10 de mayo (acumula 13,5 hm3, frente a los 32,6 del año pasado).
“Desde el 8 de marzo recibimos agua con un caudal de 470 litros por segundo, a medida que avance la suelta el ritmo será más lento hasta completarlo en torno al 10 mayo. Cuando esto se produzca tendremos reservas para dieciocho meses si sigue sin llover y somos responsables”, repite.
“Situación extraordinaria por sequía”
Con una “situación extraordinaria por sequía” en toda la cuenca del Guadiana (se declaró el 9 de marzo), la mancomunidad anda inmersa en campañas de sensibilización en el ahorro, con buena respuesta de la población. “Estamos próximos a conseguir un ahorro del 15% sobre la concesión anual de 8,75 hm3, que nos exige la situación de sequía”, refiere.
“Es un porcentaje muy importante que podemos incrementar para beneficio de todos”, dice Pastor. Los veranos son cada vez más secos, calurosos y largos y los recursos de agua limitados, “todos tenemos que contribuir al ahorro”.
Cerrar el grifo en el cepillado de dientes
“Solo con cerrar el grifo cuando nos cepillamos los dientes ahorramos diez litros de agua, con ese gesto en todas las casas de los 115.000 habitantes de la comarca que dependemos del Gasset conseguimos un ahorro notable. Y así en muchos otros usos domésticos”.
Restricciones no se prevén este verano, ni siquiera las relativas al llenado de piscinas privadas. “Estamos en marzo, abril suele ser un mes lluvioso, no perdemos la esperanza, al tiempo que le decimos a la población que cada gota cuenta y la responsabilidad es fundamental en el uso del agua”.
Los pozos de sequía, preparados
Los pozos de sequía a los que recurrió Ciudad Real en el verano de 1995 (sobre el antiguo acuífero 23, entre Torralba y Daimiel) están listos. Se hicieron obras de puesta a punto en 2018, en unos momentos parecidos a este.
“Los dos pozos de emergencia se revisan para comprobar el buen funcionamiento de las bombas y el sistema eléctrico, pero por ahora no estamos pensando en pozos. Esas reservas están ahí y solo se utilizarían en caso de que la sequía se prolongue otro año hidrológico más”.
Ahorro del 15% de agua
Con este panorama no queda otra que ahorrar agua. El gran pantano de la Torre de Abraham, el de mayor capacidad del Alto Guadiana, almacena 13,6 hectómetros cúbicos esta última semana de invierno, en el inicio del trasvase. Una situación que a poco que se hagan cálculos, significa que no quedará margen para el riego, con lo que supone para la economía de la zona regable de la Torre.
Siete localidades más Malagón y Fernán Caballero
La mancomunidad de servicios del pantano de Gasset la forman los municipios de Ciudad Real, Miguelturra, Carrión de Calatrava, Poblete, Alcolea de Calatrava y Picón. Al suministro de estas poblaciones hay que sumar los consumos de Malagón y Fernán Caballero, que no forman parte de la mancomunidad pero “beben” del Gasset.
9 puntos porcentuales peor que en 2021
Las reservas de agua embalsadas en la cuenca del Guadiana, tras varios años hidrológicos con lluvias por debajo de lo normal, están en este Día Mundial del Agua al 20,8%, diez puntos porcentuales peor que en 2021.
El descenso más significativo por lo que supone para Ciudad Real y los pueblos del entorno de Cabañeros es el del embalse de Torre de Abraham, que el año pasado por estas fechas acumulada casi 32,6 hectómetros cúbicos (por los efectos de la borrasca Filomena). La falta de lluvias, los riegos del verano y los trasvases al Gasset (dos entre junio y septiembre del año pasado), lo han dejado en la situación en la que se encuentra.
El pantano de Torre de Abraham, que se recreció tras la sequía de los noventa, es el de mayor capacidad del Guadiana en la provincia de Ciudad Real.
Día Mundial del Agua: las aguas invisibles
Este 22 de marzo de 2022, Día Mundial del Agua, el foco de atención que marca Naciones Unidas se centra en las aguas subterráneas, unas aguas invisibles cuyos efectos se aprecian en todas partes. Se trata de aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua). Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.
La vida no sería posible sin ellas. La mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.
Las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos. “Es por ello que debemos protegerlas de la sobreexplotación -extraer más agua de la que se recarga con la lluvia y la nieve- y la contaminación que actualmente las acechan, ya que puede desembocar en el agotamiento de este recurso, en el encarecimiento de su tratamiento y regeneración y hasta la paralización de su uso.
El mensaje oficial en el Día del Agua de este año es reivindicar el estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento.