Los datos, tras el primer curso de implantación del Servicio de Orientación y Asesoramiento Psicológico y Psicológico (SOAPP) de la UCLM arrojan que son las mujeres estudiantes las que acuden mayoritariamente a este servicio en un porcentaje del 75,36% frente al 24,8% de hombres. En total fueron 686 las personas atendidas, 212 de ellas en el campus de Ciudad Real y sede de Almadén.
A la ansiedad (226 casos), depresión (109 casos) y estrés (102 casos) se suman los problemas de relación con otras personas (86 casos) y los adaptativos (53 casos) como los principales asuntos de consulta en este servicio de orientación psicológica que la UCLM impulsó, en octubre del pasado año, y reforzó con más profesionales y puntos de atención presencial como una prestación abierta a los miembros de la comunidad universitaria: personal docente e investigador (PDI), investigador (PI), de administración y servicios (PAS) y estudiantes.
Trascurrido el primer curso académico, 2022-2023, desde su puesta en marcha, en el SOAPP han sido atendidas 686 personas –con un total de 1941 citas- de las que 517 han sido mujeres (75,36%) y 168 hombres (24,48%) siendo mayoritariamente alumnos de la universidad (627) los usuarios atendidos, frente a los 22 investigadores, 19 docentes e investigadores y 18 personas del PAS.
Por campus, el de Ciudad Real, junto a la sede de Almadén, es el que más usuarios tuvo el curso pasado (212 y 579 citas), seguido del de Albacete (193), Toledo (155), Cuenca (57) y la sede de Talavera de la Reina (69). La edad media de los usuarios es de 22,85 años
Balance positivo y demanda alta
El director del SOAPP de la UCLM, Darío Díaz Méndez, hace un balance muy positivo del servicio y asegura que la demanda es alta. Señala que experimentó un incremento muy fuerte el año posterior al Covid cuando se duplicaron las demandas debido a que los estudiantes cuya adolescencia les coincidió con el confinamiento se vieron más afectados al ser esa una etapa de relaciones sociales.
Un incremento que también se debe a que hay una concienciación cada vez mayor sobre la necesidad de acudir a servicios que puedan atender la salud mental cuando puede haber un problema. “Antes no se acudía, se hacía tarde o mal, pero estas situaciones se van superando poco a poco”, explica Díaz Méndez.
Reconoce que el personal docente y el PAS conocen este servicio e, incluso, han incrementado el número de consultas, pero en menor medida que entre los estudiantes porque el grado de concienciación entre la gente joven es mayor ya que tienen interiorizada la necesidad de buscar ayuda cuando hace falta.
“Las personas mayores tienen más estigma al acudir a este tipo de servicios, mientras que los jóvenes en cuanto notan la necesidad buscan ayuda”, asegura.
En cuanto a que sean las mujeres estudiantes las que más solicitan este servicio explica que, entre las razones, tendría que ver con el hecho de que en las tres titulaciones donde se registra una mayor demanda (Ciencias de la Salud) del servicio son en las que estudian un mayor número de mujeres, destacando que la mayor parte de las consultas están vinculadas con la ansiedad y el estrés, mientras que otra tiene que ver con el rendimiento académico.
Un servicio rápido
El director del SOAPP destaca el gran esfuerzo que ha realizado la universidad, desde el punto de vista institucional, para triplicar el presupuesto para este servicio que, a su juicio, tiene dos cosas especialmente buenas.
La primera es que es muy rápido ya que se cita con un margen de 10 días, lo que facilita detectar los problemas en el origen y resolverlos pronto para que no afecte a los estudiantes en el ámbito académico y continuar con sus estudios lo más rápido posible.
Aclara, en este sentido, que el SOPP trabaja la parte psicológica y psicopedagógica, es decir, “no solo tratamos la ansiedad o los problemas de depresión, sino que ayudamos en aquellos casos en los que estos problemas repercuten en el rendimiento académico y hacemos un plan individualizado para aprender a gestionar el tiempo y disponer de técnicas de estudios individualizadas”, dice.
Y la segunda razón es que desde el SOAPP se hace un seguimiento continuado de los estudiantes para seguir la evolución de su proceso a lo largo del tiempo, aunque “no se pretende sustituir al SESCAM sino complementarlo ya que cuando el problema es grave derivamos al servicio de Salud regional”, sostiene.
Talleres para controlar la ansiedad
El SOAPP es un servicio de primera asistencia que desarrolla programas y talleres preventivos. Algunos de éstos se centran en aspectos “que creemos relevantes para evitar que aparezcan problemas y hemos ofrecido algunos para controlar la ansiedad y el estrés y otros vinculados con las adicciones, especialmente, a dispositivos de nuevas tecnologías”.
Otros son específicos en función de las demandas. Es el caso de los talleres para profesores para que sepan cómo gestionar personas que, en el aula, puedan tener una enfermedad mental grave como una esquizofrenia.
También desarrollan otros de habilidades sociales al haber detectado problemas de relaciones vinculadas al confinamiento. “Las relaciones sociales se aprenden practicándolas y si no lo hacemos…”.
La atención a las personas interesadas se realiza en todos los campus de la UCLM mientras que existe un dispositivo específico para Almadén y otro para Talavera de la Reina. Darío Díaz Méndez es el director del Servicio de Orientación y Asesoramiento Psicológico y Psicopedagógico (SOAPP) de la UCLM que, además, cuenta con un director, un subdirector y un coordinador por campus.