Pepe Lomas, el septuagenario encarcelado por matar a tiros a un hombre que se coló de madrugada en su chalé de La Atalaya de Ciudad Real el verano pasado, queda en libertad provisional con la obligación de comparecer cada martes ante el juzgado de instrucción y primera instancia número 5 de Ciudad Real que investiga el caso.
Con 79 años ya, su salud ha empeorado en los nueve meses que ha pasado en Herrera de La Mancha en prisión provisional, su puesta en libertad es “inminente”, en cuando Instituciones Penitenciarias tenga constancia del pago de la fianza de 5.000 euros que le ha impuesto la jueza Beatriz Garrido, titular del juzgado.
Además de ir cada martes al juzgado Lomas, imputado por homicidio, tiene que estar disponible cuantas veces sea requerido, tiene obligación de informar de cambio de domicilio, se le prohíbe salir del territorio nacional y se le ha retirado el pasaporte, ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
No ha sido una sorpresa que salga para nadie
Esta vez la fiscalía de Ciudad Real no se ha opuesto a su libertad provisional. La investigación está prácticamente resuelta y hasta la acusación particular, que ejerce la madre del hombre al que disparó, entiende que salga de prisión, aunque formalmente se haya opuesto. “No ha sido una sorpresa, yo me debo a la lealtad a mi cliente, nos hemos opuesto, pero no porque busquemos venganza sino porque queremos justicia”, ha contado a Lanza Alfredo Arrién, que representa a la familia de Nelson David Ramírez, la víctima de Lomas.
El caso, casi cerrado en espera de juicio
Apenas quedan unos flecos para que se pueda celebrar el juicio por la ley del jurado por este caso, que conmovió a la opinión pública de todo el país: averiguación de patrimonio, auto de transformación en sumario de las actuaciones, calificaciones y señalamiento de la vista oral, que la acusación confía en que se celebre “cuanto antes, dada la edad de esta persona”.
Juan Manuel Lumbreras, el abogado de Lomas, pide respecto para este librero jubilado, propietario de la popular librería Aspas de la plaza Mayor de Ciudad Real, ya desaparecida, que quiere recuperar su “normalidad” vital y salir del foco mediático, en espera de que un tribunal popular decida.