Pepe Lomas, el librero jubilado de Ciudad Real encarcelado desde agosto por dar muerte a tiros a un hombre que se coló en su casa de La Atalaya, supuestamente para robar, acaba de conseguir la libertad provisional bajo pago de una fianza de 5.000 euros.
Lo ha confirmado su abogado Juan Manuel Lumbreras, “esta parte estamos muy contentos con la medida adoptada y creemos que se está haciendo justicia hasta que se dicte sentencia”. Lomas, que llevaba nueve meses en Herrera de La Mancha, dejará la prisión “en los próximos días”. Otras fuentes dicen que su salida es “inminente”, en cuanto llegué el certificado de pago.
De 79 años y propietario de la histórica librería Aspas de la plaza Mayor de Ciudad Real, ya desaparecida, vivía solo con su perro en la finca Valdelobos de La Atalaya desde su jubilación. Después de disparar al intruso la madrugada del 1 de agosto de 2021 avisó a la Policía Nacional para que lo socorriesen. Unos días después, el 3 de agosto, ingresó en prisión provisional como autor del homicidio “del intruso”, que resultó ser Nelson David Ramírez, un hondureño de 35 años con antecedentes por robo y otros delitos.
La salud de Lomas, que ha pasado estos nueves meses en la enfermería de la prisión, ha empeorado, esa es una de las razones por las que la fiscalía no se ha opuesto a la libertad provisional, situación en la que queda pendiente del juicio.
La investigación del caso, que instruye por la ley del jurado la jueza Beatriz Garrido, titular del juzgado de primera instancia número 5 de Ciudad Real, está prácticamente concluida. A mediados de febrero de ese año se practicó una reconstrucción en el chalé, a petición del abogado de la familia de la víctima.
Disparó dos veces “al bulto”
En esa reconstrucción Lomas contó que disparó dos veces “a un bulto” que vio en el corral de su finca la madrugada del 1 de agosto, tras salir al patio y comprobar el destrozo del sistema eléctrico. Asustado porque creía que había más extraños en la propiedad, volvió a entrar dentro de la casa, recargó la escopeta, e hizo un tercer disparo al aire. Después llamó a la Policía.
Es lo fundamental de la reconstrucción judicial del crimen, que se practicó el pasado 17 de febrero en condiciones parecidas a las de aquella primera madrugada de agosto en la que Nelson David Ramírez entró en la finca y acabó muerto de dos tiros de escopeta cuando manipulaba una motosierra.
«Se ha visto que no hubo defensa propia»
Lo contó durante la reconstrucción Alfredo Arrién, el abogado de la madre de Nelson, personada en la causa para que se haga justicia por la muerte de su hijo, del que llevaba un año sin noticias. “La reconstrucción ha ido bien para nuestros intereses, se ha visto que no hubo defensa propia en ningún momento, este hombre salió a cazar”, explicó.
Dormía en un búnker con dos escopetas
Para Arrién lo más interesante de la diligencia “es que Lomas nos enseñó el búnker en el que dormía prácticamente atrincherado con dos armas, una escopeta y un rifle”.
Colaborador con la policía y la comisión judicial, Lomas les enseñó lo que la acusación llama «su búnker», una habitación con las ventanas tapiadas con ladrillos «para que nadie pudiera entrar ahí», y reprodujo sus movimientos de esa noche cuando salió al patio, sobre las dos de la mañana, porque escuchó ruido.
Lomas volvió a relatar -según constó el abogado de la acusación- detalles que ya se sabían de su proceder; que salió al exterior de la casa, no vio a nada, pero si el destrozo del sistema de electrificación. Con Nelson, que vestía chanclas, pantalón corto y camiseta, no intercambió ni palabra, solo los «pum, pum» (fue muy gráfico describiendo los tiros). Que disparó a unos cinco metros y que luego entró en la casa para recargar el arma y hacer un tercer disparo al aire.
«Por cómo sucedieron los hechos está claro que hubo un delito doloso, no legítima defensa, él no corrió ningún riesgo», asegura el abogado.
Juan Manuel Lumbreras, el abogado que defiende a Lomas desde que fue detenido la madrugada del 1 de agosto de 2021 ya era optimista en febrero respecto a su puesta en libertad provisional, dada su edad y su arraigo a Ciudad Real.
La detención y encarcelamiento de Lomas desató una oleada de solidaridad tanto en Ciudad Real como en el resto de España. En la capital hubo incluso manifestaciones pidiendo su puesta en libertad promovidas en las redes sociales por la ultraderecha.
