Un grupo de bomberos del parque de Ciudad Real, encabezados por los sargentos Luis Martín Salazar y Manuel Martín Portugués, éste ayer al mando del equipo de siete efectivos que estaba de guardia, han pedido disculpas por los retrasos de hasta cuatro horas en la atención que ofrecieron a la ciudadanía ante las innumerables incidencias provocadas por la tormenta de lluvia y granizo que cayó a primera hora de la tarde en la capital
En una comparecencia ante los medios en la calle (no les han autorizado la convocatoria dentro de las instalaciones), han denunciado la falta de recursos personales y materiales del parque ciudarrealeño, dependiente del Consorcio provincial de Emergencia, y han pedido a la dirección “soluciones y que se revierta la situación”, a tenor del papel que tienen como cuerpo de emergencia, con una demarcación de 150.000 habitantes (abarca hasta Anchuras), y que “por ley” es el principal responsable de desarrollar el Plan Especial de Inundaciones.
“La situación que nos encontramos difiere mucho de la normalidad que ha transmitido el presidente”, han relatado, tal y como se puso ayer de manifiesto con el aguacero, en cuya atención “no se pudo hacer más” porque les faltaba una bomba urbana pesada y otra ligera “imprescindibles para ofrecer el servicio en la capital”.
Según han dicho, los ocho efectivos estuvieron entre las 5 de la tarde y las 2 de la madrugada de este lunes achicando agua y evacuando a algunas personas que se quedaron atrapadas en sus coches en las riadas “sin descansar”, aunque los tiempos de respuesta se dilataron al no reforzar el personal de otros parques porque “los de aquí estamos excluidos de la bolsa de horas extraordinarias”.
En conjunto, atendieron 70 avisos más otras emergencias que se encontraron y que no quedaron registradas telefónicamente.
“El consorcio tiene casi 300 trabajadores en la provincia y en otra emergencia habrían asistido apoyos de Daimiel o Puertollano”, han indicado, mientras que lo que ocurrió , han dicho, fue que desde el centro de control “nos decían que había hasta 30 avisos acumulados y que los atendiéramos unos detrás de otros”.
De hecho, de las dos dotaciones de guardia, el sargento responsable hizo tres “para ser más ágiles”, mientras “tres camiones estaban parados”, y algunos de los bomberos que descansaban “estaban en su casa y podrían haberse movilizado si los hubieran llamado”.
Los bomberos han asegurado que con esta gestión “juegan con la seguridad nuestra y con la de toda la ciudadanía” y “no luchan porque sea un servico eficaz y seguro”, a la vez que han lamentado que ayer no “hubiera mandos, el jefe o el gerente” en la rueda de prensa ofrecida en el Ayuntamiento por la alcaldesa, Pilar Zamora, junto a otros portavoces de otros cuerpos de seguridad, porque “a mí me avisaron pero estaba achicando agua”, ha dicho Martín Portugués.