“La gente con plan de piscina adquiere formato de bolsillo. Son más cómodos y no preocupa tanto que se estropeen”, dice Maribel de la Fuente quien ha estado trabajando en la librería Litec desde hace más de treinta años. “Los más vendidos suelen ser las novedades que acaban de salir”, añade. Novelas como La baronesa de nieves herrero, El viento conoce mi nombre de Isabel Allende o Nuestro cuerpo de Juan Luis Arsuaga. Igualmente es remarcable el éxito de autores de la zona. Por ejemplo, Marcelino Santiago Yustres con su título La ciudad del rey.
Autores locales
La escritura local es una de las líneas de trabajo de Litec, al igual que en Serendipia y Ruiz Morote, desde donde se enfatiza la importancia de los escritores autóctonos. De hecho, Paco Esteban, heredero de Casa Ruiz Morote, tiene su propia editorial y ha publicado recientemente La Piel de Las Cosas de Ignacio Cañizares Marquez. “Es una obra maravillosa que se está vendiendo gracias al boca a boca”, apunta. Otra sugerencia que ha hecho es Feria de la periodista manchega Ana Iris Simón que hace un paralelismo entre la sociedad actual y la de sus padres y abuelos. “Sigue una temática familiar en donde se ve la diferencia de prioridades entre unos y otros”, aclara el editor.
El libro electrónico
Son historias en papel que, a diferencia de lo que se podría creer, mantienen el pulso frente al libro electrónico. Ambos formatos conviven de manera pacífica en la oferta literaria y amplían las opciones de los lectores. “Con la invención del Kindle tuvimos un miedo atroz. Pero todo se ha estabilizado. Si ves las estadísticas, no son alarmantes. La mayoría compaginan los dos”, dice Paco Esteban. La misma opinión ha sido expresada por Rafael Díaz, librero en Serendipia: “Este sector es un 5% digital y el resto es en papel. En el caso del mundo del cómic, este se ve todavía menos afectado”. Casa Ruiz Morote incluye también en su catálogo opciones de segunda mano a un precio económico.
Venta online
La venta online ha mejorado. Rafael Díaz afirma que se están “abriendo a esta opción y creando poco a poco un hueco en el mercado”. Los resultados de su tienda muestran la elevada demanda de novela histórica y de novela negra, además de lo involucrados que están los padres con la lectura de sus hijos. “La parte infantil se vende muy bien. Los padres se preocupan mucho por los hábitos de lectura de los más pequeños”, comenta.
Son testimonios que corroboran la buena salud del libro en papel en Ciudad Real, gracias a la consolidada demanda de escritos por parte de los ciudarrealeños en esta época, quienes llevan sus libros en la maleta a cualquier destino.