Convencidos de que la violencia contra los animales se traduce en más violencia contra las personas, el colectivo pacifista de Ciudad Real ha denunciado este viernes “la violencia alimentaria” en su ‘círculo del silencio’ del mes de abril.
La protesta ha reunido a unas quince personas en la plaza Mayor que abogan por el ecofeminismo y el veganismo, es decir modelos de consumo que impliquen la menor violencia contra los animales, “explotados como nunca”, apostillan. “Se trata de darles derecho a no ser torturados, derecho a no ser encarcelados de por vida, y tenemos datos que nos dicen que la violencia contra los animales está vinculada a la violencia contra los seres humanos”, explican en el manifiesto que han leído al final de la concentración.
El modelo productivo de los alimentos
Pacifista de Ciudad Real han reflexionado en esta ocasión sobre el modelo de producción de alimentos en las sociedades modernas y han arremetido con la denominada “revolución verde” que implicó el uso masivo de productos químicos en la industria alimentaria “con el afán productivista de hacer de la alimentación un gran negocio”.
¿Y que tiene esto que ver con la guerra? Según dicen tras la Segunda Guerra Mundial se empezaron a emplear los excedentes de guerra, “los mismos químicos que se utilizaron para exterminar a las personas, se derivaron para acabar con insectos o hierbas, a los que se consideró como enemigos a los que exterminar con venenos, llamados agroquímicos”.
“Este patrón está basado en la violencia de la guerra y en las estrategias militares, que lo que hacen es llevar la lógica de la guerra a nuestros campos y a nuestra comida, y por tanto a nuestro cuerpo”, han concluido.