La nueva junta de directiva de la Hermandad de la Virgen de Alarcos asume como prioridad la limpieza y restauración de la imagen de la copatrona de Ciudad Real, una talla con base de madera de finales de los años cuarenta (Rausell y Llorens, 1949).
El objetivo es “que luzca con todo su esplendor en la romería del año que viene”, cuenta la nueva presidenta de la hermandad, Frasi López, que desde que tomó el testigo del fallecido Antonio Baptista (en mayo), y con el apoyo de la “gente joven que ha entrado en la directiva”, quiere potenciar esta hermandad responsable de la organización de la romería anual de Ciudad Real, en colaboración con el Ayuntamiento.
Los primeros pasos se están dando este agosto. Han contactado con un escultor imaginero, Luis Fernando Ramírez Mata, de Ciudad Real, aunque afincado y con taller artístico en Sevilla, para hacer un diagnóstico, con el que elaborar un presupuesto y presentarlo al Obispado y al Ayuntamiento, propietario de la imagen, que preside la ermita gótica junto al yacimiento de la antigua ciudad medieval de Alarcos, origen de Ciudad Real.
Ramírez Mata, que ha restaurado otras imágenes religiosas para hermandades de la capital, afronta el trabajo, “si es que termino haciéndolo”, remarca, como un reto profesional y “con mucho respeto como ciudarrealeño que soy, que ha crecido con la romería de Alarcos”.
Suciedad y “heridas”
El imaginero ha examinado la pieza a mediados de este mes. Después de verla dice que “se puede hacer un gran trabajo”. El principal problema de la talla es la suciedad, lógico en una imagen que se expone cada año al polvo del camino en una romería durante kilómetros de desplazamiento. Y luego están las “heridas” de la madera por el paso del tiempo, además de los desperfectos por los accidentes en varias romerías.
“Sé que tuvo un percance en una romería, se le partió un dedo, tenía curiosidad por ver cómo quedó la mano y como se subsanó ese dedo. De hecho si la imagen llega a mi taller lo primero es trabajar con esa mano”, cuenta a Lanza mientras inspecciona la talla en el camarín de la ermita.
Evitar que la imagen de la Virgen de Alarcos acumule polvo es difícil, el problema es que el polvo se pega a la pintura como un pigmento. “En cuanto se restauré le daré unas pautas a la hermandad de conservación para que el polvo no se vaya acumulando y oscurezca la imagen”.
“Estamos asesorados por nuestro párroco de San Pedro en esto, nos ha dicho que lo primero era hacer un proyecto, presentarlo al Obispado, y luego al Ayuntamiento para que se haga cargo”, apostilla López.
Sobre la posibilidad de financiar la restauración el concejal de Cultura Pedro Lozano asegura que el equipo de gobierno municipal está a favor “de mantener el patrimonio en las mejores condiciones”; le parece bien que la hermandad se ponga a ello y que todo se haga “con el máximo cuidado”.

Reabrir el bar de Alarcos
La reapertura del bar de Alarcos con gestión de la hermandad es otra idea de la junta directiva de Frasi López,, “no queremos que esté cerrado, tanto a la ermita como al yacimiento sube mucha gente visita y carecen de un espacio en el que refrescarse”.
Hasta ahora ningún proyecto de restauración en el cerro Alarcos, a unos ocho kilómetros de Ciudad Real, se ha asentado, aunque ha habido varios intentos en estos últimos veinte años. La hermandad quiere romper esa racha y conseguir la cesión municipal del local.
La Hermandad de Alarcos de Ciudad Real cuenta con 269 hermanos.