Living Room albergó este miércoles la presentación del vídeoclip de la canción ‘Entre el invierno y los graffitis del parque’, primer single del EP ‘Anatomía del querer que no se ve’ de Brujo.
Vestidos por el diseñador ciudarrealeño Eugenio Loarce, acudieron a la puesta de largo tanto Fabián Brujo, cantante y guitarrista, y Fran Gude, guitarrista y productor del EP, como Billy Lynch y Verónica Arche, guionistas y directores del vídeoclip, grabado en gran parte en los silos de Corral de Calatrava, gracias a la colaboración del ayuntamiento corraleño.
Hasta lo más alto de los silos se encarama Fabián en el vídeoclip abriéndose hacia atrás la perspectiva gracias al uso de un dron, comentó Arche, responsable también del diseño de la portada del EP. “Cada persona puede darle una interpretación diferente” al vídeoclip, entre la que estaría la de una chica que le roba el corazón al cantante, quien se niega a ello, se hace el fuerte y corre con él para que no se lo quite nadie. Cada uno de los componentes del grupo –integrado también por Jordi Moreno al bajo y Edu García a la batería- se transforma en un animal, y la chica encarga al que lleva la careta de ‘pollo’, el guitarrista Gude, que se haga con el corazón de Fabián para dárselo a ella.
“‘Entre el invierno y los graffitis del parque’ habla de un amor complicado”, cuando “tu cabeza te dice una cosa y tu cabeza otra”, ganando “al final el corazón”, aunque “la cabeza te diga todo el rato ‘que no, que no, que no’”, comentó Brujo, que resaltó que “al final muchas veces, cuando el corazón manda, cambiamos muchas cosas en uno mismo y se intentan buscar soluciones. A veces las hay y otras veces no, pero hay que intentarlo siempre”.
“Soy un tío muy de corazón, pero luego tengo muy mala cabeza, lo cual es complicado, por eso siempre trato de buscar el equilibrio: que mi buen corazón se lleve a mi mala cabeza, estoy en ese sentido siempre en lucha”, admitió Brujo, que presentará el 7 de agosto en el Choorock ‘Anatomía del querer que no se ve’, un trabajo grabado en Vinilo Estudio que incluye cinco canciones.
En este disco, el sexto de Fabián, el cantante y compositor ciudarrealeño reconoce que ha vuelto a sus “raíces, más roqueras” que es donde “más cómodo” se encuentra. “El rock es mi casa” y el título de este álbum hace referencia a la vida en sí, a esas muchas cosas que “tenemos delante y no apreciamos por ser cotidianas”, siendo “pequeñas cosas que nos hacen felices”.
En la composición, asegura intentar que los temas “pasen por muchos lados”, busca “la sorpresa” con letras que no tengan un significado cerrado, sino que vayas descubriendo, al igual que musicalmente, matices.
Para Gude, es un trabajo “cien por cien de banda de rock, con temas directos, muy trabajados y preparados para llevar al directo, cañero e intenso”.