Toñi Badillo representa la comunidad en las pepitas de un girasol, Valentín Almagro crea un bodegón con figuras de plástico del ‘todo a cien’, Marcos Pastor representa ‘La ausencia del alma’ con lo que queda: una camisa hecha de plumas y la estructura ósea en una percha; y José Antonio Castro simboliza la protección y comunicación con los abrazos de sus circulares figuras, mientras que Manuela Martínez construye modernos altares con elementos dorados de desechos como chapas o envoltorios dándoles de nuevo valor; Ramón Peco fotografía a una persona mirando al cielo, lo divino, en un ‘Claroscuro estelar’; y Francisco Javier Romero Varo hace un símil entre arquitectura y humanidad con instantáneas de una casa abandonada y derruida en ‘Lo sublime de morir’.
Éstos son algunos de los veinticuatro artistas estrechamente relacionados con la Escuela de Arte ‘Pedro Almodóvar’ que participan en la muestra colectiva ‘Barroco Divino & Humano’ inaugurada este martes, Día de los Museos, en el antiguo Convento de la Merced e inspirada en la colección barroca que atesora este espacio museístico.
Hasta junio se puede visitar esta exposición en la que además se puede presenciar la propuesta en torno a la iconografía alquímica, y en la que también están presentes los tatuajes, de Francisco Gálvez; una multitud de figuras buscándose a sí mismos en los otros pero sin encontrarse de Joaquín Barón; el trabajo sobre el movimiento, el cuerpo y su fragmentación de María Luisa Mota; y la comunicación y diálogo entre las manos de dos cuadros del Barroco, San Bartolomé y la Inmaculada Concepción, que en cerámica recrea Amelia Arias, además de exponer los estudios en carboncillo de las posiciones de las manos y su simbología.
La muestra está comisariada por Elena Poblete, que reúne miradas de obras barrocas en el suelo como las raíces que a través del tiempo alimentan una obra actual que se alza sobre la pared; e Isabel Ferrero, que muestra maderas de deriva modeladas por el mar que parecen un torso femenino, un caballo o un pájaro sobre una base de pan de oro, además fotografías de esculturas de autores como Bernini sobre las diversas emociones subrayadas con manchas de pintura acrílica, estas mismas emociones en celosías y una audiovisual con una parte sobre la sombra en la que la propia artista baila de espaldas expresando emociones y otra sobre la luz con imágenes de personas que en una catedral de Armenia se dejan inundar por los haces luminosos que entran en el templo y dan rienda suelta con gran gestualidad a lo que sienten.
Esculturas, y también pinturas, una más abstracta y otra más figurativa, de Kiriko; fotografías de Pedro Lozano en las que aparecen y conviven figuras del pasado y del presente de su familia desapareciendo el concepto de tiempo; y un collage dispuesto como la Cruz Trinitaria sobre ‘El milagroso regreso de San Juan de Mata’, elaborado por Vicente Ruiz con recortes de folletos de supermercado eligiendo elementos que aluden al viento, la propulsión, lo árabe y los superpoderes del protagonista, también se hallan en la exposición, además del trabajo escultórico de Manuel Hidalgo; la medusa de Maribel López con rulos para rizar el pelo y serpientes en el cabello; fotografías con un punto de ironía sobre el rol de la mujer de María Luisa Mota; la humanidad femenina en la pintura de Luis Manchado, trabajos así mismo sobre la mujer de Andrea Fernández Pastor; un collage tridimensional que recuerda al pop-up de obras barrocas y contemporáneas realizado por María Valvanera, y el híbrido entre oso y pulpo ‘Pulposo’, de Javier Sáez Medrano.
Todos los autores participantes son o han sido profesores de la ciudarrealeña Escuela de Arte y cada uno ha hecho desde su lenguaje artístico una revisión actual del Barroco, época caracterizada por los claroscuros, las sombras y luz, y el dramatismo, lo cual también sucede en los convulsos momentos actuales, señaló Ferrero, que destacó la ilusión con la que este grupo de creadores vuelve a exponer afianzando su relación con los museos de la ciudad.
A este respecto, el director de la Escuela de Arte, Pedro Lozano, elogió la impagable labor que realizó la añorada Galería Aleph, con Alicia Arteaga al frente, que en 2002 favoreció que germinaran estas muestras de profesores de la Escuela de Arte que, un año más tarde, exhibieron su obra en el Museo Provincial de la mano del que fuera director de este espacio expositivo, Manuel Osuna, con una sucesión posterior de muestras de este colectivo en torno a un tema.
Lozano felicitó al concejal de Cultura, Nacho Sánchez, y el actual director del Museo, Ignacio de la Torre, por reactivar esta línea de exposiciones en un edificio emblemático como el Convento de la Merced, en el que se siente de nuevo “el palpitar del amor por la cultura” con estas piezas “inspiradas en el Barroco con una mirada del siglo XXI”, agregó la delegada de la Junta, Carmen Olmedo, que aseguró la apuesta del Gobierno regional por la cultura como uno de los motores esenciales en la recuperación económica, valoró el esfuerzo de los profesionales de los museos por poner en valor sus contenidos y acercarlos a la ciudadanía tanto a nivel virtual como presencial con todas las medidas de seguridad sanitaria, e indicó que la gratuidad de los museos gestionados por la Junta se ampliará hasta diciembre.