“Mira que haya tenido que ser por este confinamiento que estamos deseando que se acabe”, pero gracias a él muchos vecinos que “ni nos conocíamos” o apenas “nos decíamos un triste “hasta luego” hemos pasado a un “hola, qué alegría verte” y amplias conversaciones en las que se habla de recetas de cocina, el tiempo, los niños, lo que hemos comido y vamos a preparar y de cuándo acaba esta inimaginable previamente situación.
Esto le pasa a Elena, de la calle Clavel, con su vecina de enfrente, quienes aseguran que, inesperadamente, el aislamiento en casa ha unido a los vecinos. “Nos ha hecho más humanos, menos robots” atareados siempre con las rutinas que apenas dejan mirar más allá.
Es el “rato de no salir saliendo”, comenta Félix, residente en la calle Clavel, donde ponen el ‘Resistiré’ para alzar el ánimo de forma previa a que marquen las ocho en el reloj y despunten los aplausos, que en esta vía van acompañados de vítores, pronunciados por una de las vecinas, a los sanitarios, los cuerpos de seguridad, las cajeras, los farmacéuticos, los niños, los que se quedan en casa y los que tienen que trabajar.
En la vivienda de la familia Alises Muñoz, en la Plaza de España, luce una pancarta con el lema ‘Trabajadores sois nuestro orgullo’, elaborada por Pepa Muñoz. Sus hijos, Javier y Carlos, ambientan el encuentro vecinal de las ocho ‘pinchando’ canciones. Este viernes ha tocado mover las caderas en el balcón con ‘Ave María’ de Bisbal, ‘Dos hombres y un destino’ de Bustamante y temas electro-techno.
No obstante, el repertorio es muy diverso con composiciones de muy diferentes estilos, realizan sesiones temáticas, incluyen canciones para los más pequeños como la propuesta ‘Momentos Disney’, transmiten mensajes por ejemplo de abuelos a nietos y aceptan peticiones a través del ‘balcón musical’ de instagram @alisesjavier.
Con un gran feedback entre los vecinos, han puesto al barrio a seguir exclamaciones vocales de Freddie Mercury y cuentan con la sección romántica para dedicaciones y mensajes entre novios ‘La ventana del amor’. Su padre, José Ángel, toma el relevo, cuando puede, y pone al barrio a cantar con temas más habituales como ‘Resistiré’, ‘Volveremos a brindar’ o ‘¡Qué viva España!’ Las propuestas de los Alises Muñoz no se quedan ahí porque todos los días a las 12 horas ponen el himno del país y los domingos Pepa inicia un rezo por las personas a las que esta pandemia ha arrebatado la vida.
El silencio, acompañado de atención y admiración, reina en el tramo final de la calle Toledo cuando toca cada día, y ya van 43 tardes-noches, el trompetista mebrillato Rafael Ramírez, que inicia siempre sus recitales con el himno nacional y los culmina con pasodobles. Este viernes ha deleitado con ‘Por debajo de la mesa’ y ‘El gato que está triste y azul’, además del pasodoble ‘Nerva’.
Profesor de trompeta, orquesta y banda en el Conservatorio de Puertollano, director de la Banda de Música de Torralba de Calatrava y director invitado de varias bandas municipales, Ramírez ha consolidado un público vecinal sumamente fiel durante esta etapa de confinamiento que sigue con impecable puntualidad, respeto y admiración sus breves conciertos, de cuatro o cinco temas, a las ocho. Si por algún motivo, se retrasa un poco, se inquietan y le llaman desde balcones situados a bastante distancia. Se ha convertido en una cita cultural que agradecen todos en una zona donde hay residentes de todas las edades, entre ellos matrimonios de “gente mayor” a los que les reconforta este encuentro con sus vecinos, tan popular como de alto nivel cultural.
Con un repertorio de múltiples estilos, si hay una conmemoración especial, ofrece un programa inspirado en la fecha en concreto como el Día del Beso que interpretó ‘Un beso y una flor’, ‘Bésame mucho’ y el pasodoble ‘El beso’, toca el ‘Cumpleaños Feliz’ cuando lo celebra un vecino de la zona y deleitó con marchas cofrades en las fechas clave de Semana Santa.
Por otra parte, en la Avenida de la Mancha, se puede presenciar una original felicitación en esta etapa de distanciamiento social.