La sección primera de la Audiencia de Ciudad Real ha condenado a doce años de cárcel por abuso sexual continuado de una menor a V.D.C.U., de 56 años, un vecino de Daimiel al que consideran culpable de haber abusado de su hijastra durante tres años, entre los 8 y los 11 años de la niña.
“La sentencia es incongruente, se condena por abusos pero la fundamentación es por agresión sexual cuando no hay evidencias físicas, vamos a recurrir”, explica Ángel Gómez Cambronero, el abogado defensor del imputado, que está convencido de su inocencia. Esta parte sostiene que la menor se lo ha inventado “porque quiere que sus padres biológicos vuelvan a estar juntos”, y espera que el recurso prospere.
La sala cree a la menor
La sala no lo ve así y da credibilidad al relato de la niña, que ratificó a finales de octubre, cuando se celebró el juicio, lo que denunció a mediados de noviembre de 2018: que el acusado llevaba abusando de ella desde 2015.
La madre la apoyó en su momento, puso la denuncia, y se decretó una orden de alejamiento que sigue en vigor. Sin embargo ahora tanto la madre como el hermano de la menor apoyan al presunto pederasta, que sigue siendo el compañero sentimental de la progenitora.
Antecedentes por violencia de género
El tribunal considera probado que V.D.C.U., con antecedentes penales entre ellos por violencia de género, pero no de abusos a menores, considera probado que V.D.C.U. abusó de la hija menor de su pareja cuando se encontraban a solas, tanto en el domicilio familiar como en otros, aprovechando momentos cotidianos como durmiendo la siesta, en el coche, o en excursiones familiares. A la niña siempre le decía que si contaba algo la mataría a ella y a su familia.
La orden de alejamiento de la menor y el padrastro se mantiene vigente. La niña vive ahora con el padre biológico.