El jurado que juzga el crimen en Malagón de Juana librada Reina, ‘Libi’, una mujer de 63 años a la que supuestamente asesinó a golpes su nieto drogodependiente, Óscar Sánchez Inserti, en enero de 2022, ha podido escucharlo reconocer que la mató sin admitir explícitamente que lo hizo, este lunes en la primera sesión del juicio. “Estoy hundido, esto me va a perseguir toda mi vida, el haber hecho esto a la persona a la que más quería en el mundo”, se ha sincerado a preguntas de su abogado defensor, Enrique García Herrera.
El joven, de 25 años, ha declarado que en esa época estaba muy enganchado a las drogas, que se gastaba los ochocientos o novecientos euros que ganaba de temporero en sustancias, y que poco antes de ir a casa de su abuela fumó en pipa cocaína y heroína.
Fue a casa de su abuela a devolverle una nevera
Sobre las nueve de la noche del 24 de enero se pasó por casa de su abuela a devolverle una nevera portátil que le había dejado para la aceituna. Lo siguiente que recuerda es ver a su abuela tirada en el suelo y salir de allí con las manos ensangrentadas y un objeto metálico -una especie de pisapapeles con forma de cabeza de perro -, que envolvió en un calcetín y tiró a un contenedor.
De lo que pasó en la media hora en la que estuvo en la casa, en la que la fiscalía cree que se produjo una violenta discusión por dinero y Óscar golpeó en la cabeza a su abuela hasta matarla, el acusado no ha dado detalles. Y ha insistido a preguntas de la fiscal: “Yo no quería hacerle nada a mi abuela”.
Reconoció que mató a su abuela pero no inmediatamente
El acusado, que fue detenido esa misma noche, reconoció que había matado a su abuela pero no inmediatamente. Cuando salió de la casa llamó a su pareja y luego a su madre. Al principio dijo que su abuela no abría, que había visto salir del piso a una persona con un tatuaje, solo cuando se vio acorralado a preguntas en el cuartel de la Guardia Civil reflexionó y relacionó la cabeza de perro metálica con la agresión a su abuela.
Le dijo a la Guardia Civil donde estaba la cabeza de perro
Cuando los guardias le preguntaron que tenía que haber golpeado a su abuela con algo relacionó la cabeza de perro con lo que le decían y confesó que había tirado ese objeto a un contenedor amarillo, al lado de la casa de la víctima. !”¿Por qué lo hizo?”, le ha preguntado su abogado, “me entró el pánico y lo relacioné, pero no porque recordara como lo hice”, ha contestado.
La fiscal del caso, Rocío Bernal, ha interrogado al acusado sobre cómo era la relación con su abuela esos días, sin éxito, y ha leído al tribunal mensajes de ‘whatsapp’ previos al crimen. El día 23 la fallecida le recriminaba por teléfono a su nieto que le debía 500 euros (él dice que 200, para unas vacunas de su hija) y lo culpaba de haberle robado dos teléfonos móviles, también se quejaba de que haber recibido amenazas del nieto.
En otro mensaje previo la abuela le dice que le devuelva la nevera y el plato del microondas, pero que se lo dejara en la puerta.
Óscar, que ha respondido a todo, y mantiene la misma actitud calmada y cabizbaja del viernes pasado, cuando se eligió al jurado, solo ha aclarado que no tenía ningún motivo para matar a su abuela, que su abuela era “su amiga”, que tenía muy buena relación, “quien me crió y me apoyó”, y que sí ha pasado algo así es por el abuso de las drogas.
Desde que están en la cárcel como preso preventivo (desde el 26 de enero de 2022) Sánchez Inserti intenta rehacer su vida. Está un programa de desintoxicación que lleva Cáritas, se está preparando el acceso a la Universidad para mayores de 25 años, trabaja en cocinas y procura mantenerse ocupado “apuntándome a todos los cursos que puedo”.
La defensa ha aportado este lunes al tribunal, que preside la presidenta de la Audiencia de Ciudad Real María Jesús Alarcón, documentos tanto de los tratamientos de salud mental por los que ha pasado el acusado desde los 12 años, como su historial de abuso de las drogas y su proceso de deshabituación.
La fiscalía acusa al joven de un delito de asesinato con la agravante de parentesco por el que pide 25 años de cárcel. La pena más alta por ensañarse con la abuela, a la que golpeó en la cabeza con un objeto metálico macizo, “sin posibilidad alguna de defensa y causándole heridas innecesarias que aumentaron su dolor”, dice textualmente el escrito de calificación provisional.
El juicio continúa este martes con la declaración de once testigos, entre ellos la madre, la pareja y otros familiares directos del acusado, a los que llamó tras dar muerte a su abuela. La familia ha renunciado a cualquier indemnización a la que tuvieran derecho por el asesinato de Juana Librada Reina.