Creado para dar respuesta a esos enfermos mentales fuera de la red del Centros de Rehabilitación Psicosocial y Laboral, el Grupo de Ayuda Mutua del Ayuntamiento de Manzanares surgió en 2013 impulsado por la trabajadora social Carmen Mula como un recurso que da apoyo psicológico a enfermos mentales y que trabaja por su inclusión en el entorno.
La psicóloga responsable del grupo, Marina Nieto-Márquez, indica que en la actualidad involucra a diez personas con enfermedades mentales, desde esquizofrenia a trastornos de personalidad o bipolaridad, con edades comprendidas entre los 29 y los 60 años.
Dinámicas para mejorar la autoestima y entrenar la “resiliencia” forman parte de la actividad diaria del Grupo de Ayuda Mutua, dependiente de la Concejalía de Servicios Sociales que gestiona Beatriz Labián, aunque las actividades dirigidas a la integración en sociedad de los usuarios es uno de los aspectos principales.
Vidas normalizadas, pese al estigma
Marina Nieto-Márquez explica que estudios científicos como el Estudio Piloto Internacional de Esquizofrenia y Determinants of Outcome of Severe Mental Disorder –determinantes del trastorno mental grave-, confirman que por ejemplo en el caso de la esquizofrenia, el pronóstico está muy relacionado con “la red social que tiene el afectado y el papel que ejerce la familia”.
De hecho, la psicóloga destaca que, “a pesar de la condescendencia con la que en muchas ocasiones trata la sociedad a las personas con enfermedad mental, muchos de ellos tienen carreras universitarias, trabajan y llevan vidas totalmente normalizadas”.
Como dice uno de los miembros del GAM, Ramón Ramírez, “no se corresponde con la realidad la visión de las personas con enfermedad mental como imprevisibles, poco inteligentes o agresivas”.
La psicóloga destaca que la estigmatización social es una cuestión “sensible” para los enfermos mentales. “Las heridas se cierran, pero nunca se olvidan”, pues según indica, “pese a que los enfermos recuerden o ‘reaprendan’ habilidades, a veces se topan con el rechazo, la gracia o el chiste del que está al lado”.
En esta línea, la implicación del entorno en el tratamiento es muy importante y, de hecho, entre los objetivos que pretende poner en marcha el Grupo de Ayuda Mutua en el curso 2017/2018 son sesiones para familiares.
Nieto-Márquez señala que la meta es crear un “espacio de respiro” que vaya más allá de las entrevistas presenciales o por teléfono que habitualmente tienen con los padres.
El Decálogo de la Felicidad
El Decálogo de la Felicidad elaborado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento es una de sus herramientas de trabajo y el primer punto está marcado por la “psicología positiva”, una de las orientaciones más modernas que existen en la actualidad.
Frente a la aplicación tradicional de la psicología para paliar la enfermedad, la persona “acepta los problemas propios de la vida” y utiliza sus recursos para “crecer”.
Marina Nieto-Márquez destaca que es muy importante que las personas con enfermedad mental acepten su situación actual, “son los mismos, pero con cambios y se tienen que adaptar”, de manera que “no se pueden quedar en la queja, hay que buscar soluciones”.
Además, el GAM propone entrenar la “resiliencia”, ya que “toda persona puede resurgir tras una situación traumática”, como un accidente. “Hay que reponerse a las cosas negativas que te pasan”, afirma la psicóloga.
El pasado tiene que ser un “trampolín” para vivir el presente, hay que salir de la “zona de confort” para llegar a la “zona mágica” y también las personas tienen que ser conscientes de que “siempre existe margen de actuación” ante cualquier barrera.
Cine, autoimagen y eventos culturales
La mente humana no es con lo único que trabaja el Grupo de Ayuda Mutua y muestra de ellos son los cinefórum, las actividades en comunidad, las sesiones de autoimagen o su revista ‘La Ga Z de la mente’. Lo hacen como un auténtico “tetris” para combinar diferentes edades, capacidades y enfermedades, y siempre con unos “mínimos” de los que todos puedan aprender.
Marina Nieto-Márquez explica que, por ejemplo, desde el grupo combaten la dejadez física en la que caen muchos de los enfermos mentales, pues lejos de ser algo puramente estético, “también es una manera de valorarse”, por lo que nunca viene mal “una puesta a punto”.
Al mismo tiempo, el debate de películas como ‘Figuras ocultas’, que narra la historia de tres científicas afroamericanas que trabajan para la NASA en medio de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, sirve para trabajar conceptos como la “resiliencia”, y las clases sobre tareas diarias enseñan a gestionar los gastos.
La psicóloga del Grupo de Ayuda Mutua destaca que las actividades del grupo son muy variadas, hasta tal punto que participan en todo tipo de eventos organizados por el Ayuntamiento, como las Jornadas Medievales, un buen momento para “normalizar la enfermedad mental, trabajar las habilidades sociales y promover la inclusión”.
Las posibilidades reales del “grupo”
Tras responder a profesionales interesados en la puesta en marcha de grupos similares en sus municipios tras la celebración de las I Jornadas de Salud Mental de Manzanares, Marina Nieto-Márquez aprovecha para destacar los resultados que obtienen este tipo de organizaciones para el tratamiento de las diferentes enfermedades.
Lejos de utilizarse sólo en el ámbito de la salud mental, la psicóloga municipal expresa que “los grupos de ayuda mutua hacen más llevaderas las dolencias a los pacientes, siempre como complemento de la atención sanitaria”, a la que nunca sustituyen. Además, añade que el trabajo con estos grupos es “muy gratificante”, porque “los resultados son evidentes y les acompañas en todo el proceso”.
Entre sus retos, aparte de poner en marcha el grupo de familias, el Grupo de Ayuda Mutua pretende derrumbar la que en la actualidad es la mayor barrera a la que se enfrentan los enfermos mentales: lograr la inserción laboral.