La vendimia 2021 en Daimiel encara su recta final después de haberse recolectado ya más del 60% de la campaña, como aseguraba este miércoles el concejal de Medio Rural, Javier Fisac. En una visita a las instalaciones de la cooperativa ‘Los Pozos’ y de la bodega ‘Los Candeales’), Fisac ha destacado que la producción descenderá en torno a un 20% con respecto a la del pasado año.
Como suele suceder, esta circunstancia ha ayudado a que la uva “esté sana y sea de más calidad” y, aunque no tenga más grado que en 2020, a que los precios suban. Un incremento que, “según están fijando los industriales”, se mueve entre “un 20 y un 25%”. No obstante, Fisac matizaba que los precios de 2020 “no pueden ser una referencia” porque, debido a la pandemia, fueron los más bajos de los últimos ocho años.
El gerente de ‘Los Pozos’, Paulino García de la Camacha, confiaba en que la salida de la crisis del coronavirus, con la “apertura de los mercados y una mayor movilidad y consumo”, aumente los precios del vino después un año 2020 que calificaba “de ruina”.
Estas perspectivas ayudarán a acompasar oferta y demanda y darán lugar a “unos precios razonables”, al menos “para garantizar una mínima rentabilidad”. Cualquier precio “por debajo de las dos pesetas y media kilogrado se lo pone muy difícil al agricultor para sobrevivir”, apuntaba García de la Camacha.
Por otro lado, el gerente de la cooperativa destacaba que las condiciones de esta vendimia son propicias para hacer unos vinos de calidad y estimaba que la entrada de uva acabará antes de lo que suele ser habitual en su caso. “Terminaremos antes del Pilar”, señalaba.
En ‘Los Candeales’ están viviendo los días más intensos de la campaña ya que, ante la previsión de chubascos de esta semana, los agricultores “se están lanzando a meter la uva en la bodega”, como comentaba su enólogo Eduardo Ruiz de la Hermosa.
En su caso, ya han establecido “un precio de 2,70 pesetas el kilogrado más dos pesetas de porte” para la uva airén. Ruiz de la Hermosa entiende que es un precio acorde a otros de la zona y con el que tanto el agricultor como la bodega “pueden respirar”.
Consciente de que los precios de 2020 no fueron rentables para los viticultores, el enólogo de Los Candeales recalcaba que tampoco lo fueron para los bodegueros. “Que la uva estuviera tan barata no quiere decir que las bodegas hayan ganado, fue año malo para todos”, añadía.
Acabada la vendimia de la tinta, Ruiz de la Hermosa confirmaba con datos definitivos “una merma del 30%” con respecto a la campaña de 2020, y estimaba que en la blanca, aunque “hay parcelas muy dispares”, la producción puede ser entre “un 10 y un 15% menor”.
Afectados por el granizo
En esta vendimia, los primeros en recoger su cosecha fueron los agricultores afectados por las tormentas de granizo de finales de agosto. El concejal de Medio Rural explicaba que las lluvias de septiembre no les daban mucho margen y por eso se empezó a vendimiar por estas parcelas de la zona sur del término municipal, con el objetivo de evitar que la uva que quedó no se pudriera. En total, los daños alcanzaron a 150 hectáreas, de las que dos terceras partes estaban aseguradas, según el concejal.
