Pistachos del Valle, una de las empresas pioneras en el cultivo del pistacho de Castilla-La Mancha, está ultimando la instalación de la planta de procesado que abrirá en Manzanares la próxima campaña (a partir de septiembre).
La industria, que estará dotada con maquinaría de última tecnología, permitirá el tratamiento de una media de 100 toneladas de pistacho en todas sus fases hasta ponerlo en el mercado.
En concreto, según Gabriel Antonio Campillo, uno de los socios de la empresa familiar, procesarán este rentable fruto seco en todas sus etapas, desde el pelado y el secado, a la eliminación de los vanos, la separación entre abiertos y cerrados, su clasificación por tamaños y la extracción de la pepita para la industria turronera y heladera.
El objetivo fundamental es, según Campillo, “aportar el mayor valor a la producción en origen y su comercialización posterior tanto dentro del mercado interior como fuera del territorio nacional, fundamentalmente en los países del ámbito europeo”.
Pistachos del Valle, S.L. es una empresa que inició su actividad hace dos décadas y está especializada en la producción de pistacho de distintas variedades y en la venta tanto de planta no injertada como de injertada de “máxima calidad”.
En la actualidad, cuenta con explotaciones en una superficie aproximada de 80 hectáreas de este leñoso -20 de ellas en producción- en Ciudad Real y produce entre 15 y 20 toneladas de fruto pelado y seco, así como asesora a otros productores que se inician en el cultivo, y gestiona directamente otras explotaciones de clientes en una superficie aproximada de 120 hectáreas.
En la actualidad y en base al conocimiento y experiencia adquiridos, ofrecen todos los servicios relacionados con el proceso de producción del cultivo del pistacho, desde la búsqueda de las tierras, hasta la recogida y posterior venta de la producción al procesador del pistacho.
La empresa dispone de su propio vivero, y reúne una gran selección de plantas con posibilidad de realizar envíos a cualquier parte de España y Portugal. Así, sus profesionales seleccionan “rigurosamente” el portainjerto, tanto de las variedades de cornicabra y atlántica, como el patrón UCB1, este último con un alto índice de prendimientos en el injerto”, explica el portavoz de Pistachos del Valle, que también pone en valor la especialización de sus trabajadores en injerto en campo.
De cara a la próxima campaña, recuerda el mismo portavoz, sigue abierto el periodo para reservar este material vegetal, cuya demanda ha crecido un 30% respecto a los pedidos de hace un año, así como destaca que están a punto de cerrar las reservas de injerto en campo para el próximo verano, tras una subida del 100% en las peticiones respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, fundamentalmente realizadas desde Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla y león, y Castilla La Mancha.
En alza y con perspectivas
“Nuestra empresa, sostiene Campillo, nace como respuesta a la alta demanda del cultivo del pistacho en España y en el exterior”, dado que es un cultivo en alza, rentable y con grandes perspectivas de futuro.
A lo largo de sus veinte años de experiencia, el equipo de la empresa han ido especializándose en todas y cada una de las fases que conlleva la gestión de la plantación, y ofrecen una completa cartera de servicio.
En concreto, buscan fincas, plantaciones e injertos y ofrecen mantenimiento (atado, eliminación rebrotes, control y tratamiento fitosanitario, diferentes podas, reposición de marras, fertilizantes, laboreo, etc…), además de tareas de poda, recolección y post recolección (pistacho requiere ser pelado y secado en un plazo máximo de 24 horas desde su recogida).
Boom en Castilla-La Mancha
Campillo destaca el boom del cultivo del pistacho en España, sobre todo en Castilla-La Mancha, que lidera la superficie total, con 20.000 de las 25.000 hectáreas plantadas a nivel nacional.
Recuerda que los rendimientos varían en función de la aportación hídrica que reciba la planta, con producciones de entre 800 y 1.000 kilos por hectárea en secano, y de entre 1.400 y 1.800 kilos en fincas regadas.
Pero lo que es innegable es la rentabilidad de su precio en origen, a 6 euros el kilo, y a 8 euros el ecológico (pelado y seco), precios medios según cifras de esta última campaña, y que compensan los seis años de carencia hasta que el árbol empieza a producir.
No será una moda pasajera
Desde Pistachos del Valle se muestran seguros de que la expansión del pistachero no será una moda pasajera y no dejará de crecer, sino que se mantendrá y desbancará a otros cultivos, a tenor de la demanda al alza en zonas como la Unión Europea, donde harían faltan 120.000 hectáreas más para satisfacer su mercado.
Por último, Campillo muestra el agradecimiento de la empresa a la labor formativa y práctica que desde hace años desarrolla el centro experimental El Chaparrillo en este cultivo, con el investigador José Francisco Couceiro al frente.