La solera y el prestigio son dos cosas que se construyen con el paso de los años y con el reconocimiento de quien te ha visto crecer desde los primeros pasos hasta convertirte en la cosa que ahora todo el mundo admira.
En la era de lo digital, donde las recomendaciones son las que señalan quién lo hace bien y quién es básicamente uno más del montón, poco importa el empeño que hayas puesto detrás de algo si al final no has sorprendido a nadie con lo que has hecho.
Por eso, es importante limar cada detalle, trabajar cada espacio y cada elemento de cuantos componen lo que estás construyendo; y así lo han entendido en el seno del Basket Puertollano que, en 2015, lanzó el primer Trofeo Luis Casimiro convirtiéndose desde entonces en el mejor torneo amistoso de baloncesto en España.
Cabe destacar que en 2008, gracias al trabajo del Basket Puertollano, se pudo concretar la visita de Caja Sol de Sevilla y de Estudiantes, entonces entrenado por Luis Casimiro, que se desplazaron a la ciudad minera en plena feria con su marea de aficionados bajo la bandera de La Demencia para dejar uno de esos partidos que todavía se recuerdan, sembrando la semilla de todo lo que vino después.
En ese camino hacia la perpetuidad en el tiempo, la pandemia obligó a parar la suma de ediciones, dejando que por fin este 2022 continúen cambiándose los dígitos al amparo de la tregua de normalidad que asoma con cautela.
Pero antes de que llegue este partidazo, en Lanza se presenta todo el trabajo de bambalinas, que habitualmente se olvida y que es el más importante para que este Torneo se haya convertido en un referente entre las pretemporadas de los mejores clubes de baloncesto.
Como muchas cosas, este Torneo tiene su comienzo en una llamada, con un calendario para fijar la vista a largo plazo.
–“¿Qué tal os vendría esa fecha?, ¿sí? Perfecto, contamos con vosotros”.
Al rato otra llamada, un club que no puede, un imprevisto con el que no se contaba, un sorteo de Supercopa que trastoca los planes y vuelta a empezar pensando que este año no podrá ser. Y de pronto, sin esperarlo, la suerte con la que no se contaba, el Real Madrid, 24 horas sin dormir, un Excel que se agota, rivales con la pretemporada cerrada y la respuesta afirmativa de UCAM Murcia.
Y ahora, la sonrisa de todos que se escenifica en la de una de las personas más implicadas para que salga adelante, el nuevo presidente del Basket Puertollano, Ángel Aguilar, al que las horas de trabajo acumuladas a lo largo de los últimos meses lo delatan. “Estamos cansados, pero con muchas ganas de que llegue ya el día 17 de septiembre y podamos disfrutar de un evento que va a ser histórico”.
Aunque es más rojiblanco que Neptuno, en la confección de esta edición han pesado más las ganas de volver por todo lo alto con el Real Madrid, actual campeón ACB. “En otras ediciones ya ha estado cerca de venir a Puertollano, pero que este año la suerte nos va a permitir disfrutar de este partidazo”.
Detrás de este partidazo, cuenta, “hay un trabajo ímprobo en el que nos volcamos muchas personas, que exige muchas horas de las que nadie saca rentabilidad y para eso hay que tener mucho amor por el baloncesto, que es una de las razones por las que echamos a andar el proyecto de club hace años”.
Para que todo luzca bonito, el Basket Puertollano siempre ha contado con la creatividad de Javier Valdivia, diseñador de reconocido prestigio en la comarca, que ha sido el encargado de crear el universo que confiere a este torneo categoría de marca.
“El objetivo es que al final el Trofeo Luis Casimiro sea una marca, que sea reconocible, que la gente sea capaz de asociarlo a dos valores; por un lado, que se identifique con el Basket Puertollano; y por otro que tenga entidad propia para la gente de fuera”, explica Valdivia.
Su trabajo no sólo ha consistido en el diseño de cartelería, entradas o banners, sino que ha ido mucho más allá. “La idea es que el Torneo esté compuesto de numerosos elementos, que empiezan en el parquet y traspasan incluso al graderío; de hecho, las más de 2.000 personas que van a llenar el Pabellón Antonio Rivilla van a encontrar un espacio completamente pensado para este partido”.
Al tándem creativo también se ha sumado en esta edición el talento de Cándido Prieto, que ha sido el encargado de dar vida a la nueva mascota del torneo y del club, inspirada en el minero de Puertollano que aparece machacando el aro al más puro estilo NBA.
“Queríamos buscar una imagen relacionada con la ciudad que pudiese recoger los valores de este Torneo de baloncesto. Partiendo de esa base e inspirándonos en la típica estampa de la NBA, se nos ocurrió que el minero podría adaptarse a esa creatividad y nos pusimos a trabajar a contrarreloj para sacarla adelante”.
Todo el proceso para darle vida al ilustre minero, nos lo resume Prieto en 30 segundos de GIF; sin embargo, detrás de todo ello, hay muchas pruebas, muchos trazos, pero sobre todo, mucho talento.
En este sentido, explica Valdivia, “nos llegó la propuesta de Eduardo Sánchez, directivo y jugador del club, y gracias a la buena conexión que tenemos, pudimos encontrar exactamente lo que queríamos en muy poco tiempo”.
De hecho, en medio de sus vacaciones de verano, tuvo que pulsar el pause de sol, playa y cerveza, para trabajar en algunas urgencias de última hora. “Ha sido estresante porque hemos dispuesto de muy poco margen de tiempo para trabajar, pero al final, este tipo de eventos merecen que demos lo mejor de cada uno porque es lo que permite que después de varias ediciones de Trofeo, Puertollano se haya convertido en una referencia”.
Ahora, con todo preparado, las americanas se estiran para lucir bonitas el día del partido, las visitas al Pabellón y las llamadas al Ayuntamiento se multiplican para ir preparando todo sin que ningún detalle quede sin atar. El estrés del último mes y medio empieza a sonar anecdótico. Por delante, la certeza de que el partidazo entre Real Madrid y UCAM Murcia será una de las páginas doradas de la historia del deporte en Puertollano.