La concejal de infancia y juventud, Noemí Martí, ha presentado el Consejo que pertenece al programa de Ciudades Amigas de la Infancia de UNICEF para que los niños y niñas puedan desarrollar todos sus potenciales y disfrutar de su infancia y adolescencia.
Son cinco esferas en las que se identifican los objetivos a tener en cuenta como es el respeto de cada niño, que sus voces sean escuchadas y se consideren en las normativas políticas y en las decisiones que les afecten, acceso a servicios de calidad, disfrutar de la vida familiar el ocio y el juego, explicaba Martí.
En este sentido, velar y proteger los derechos de la infancia y la adolescencia es la base de una ciudad participativa y comprometida, “una ciudad amiga de la infancia es cualquier ciudad comprometida con los derechos de los niños y niñas y con el fin de incorporarlos en el centro de su agenda política”.
En 2020 Puertollano aspira a renovar la distinción de UNICEF y para ello se van a poner en marcha políticas de infancia efectivas. Este sábado cuatro participantes de este Consejo irán al primer encuentro regional de Consejos de Representación Infantil de Castilla-La Mancha que se celebrará en Toledo y que trabajarán diferentes temas, compartiendo experiencias con otros participantes de consejos de la región. Además, el día 20 de diciembre se recogerá una moción en la que todos los partidos políticos aceptan renovar este sello.
En total son 34 personas en el grupo de infancia y 8 en el colectivo de adolescentes y se seguirá trabajando con los centros escolares para que los adolescentes puedan tener mayor presencia. “Los beneficios son potenciar la voz de la adolescencia y la infancia para escuchar sus demandas, ser protagonistas en un proceso de cambio, fomentar el compromiso personal con los derechos de la infancia y promover acciones innovadoras en el ámbito local”.
Julián Merino, encargado de dinamizar este consejo, indicaba que se trata de tener un espacio específico de la infancia y la adolescencia “y sean escuchados de verdad”. Una dinamización que partirá desde el cauce de participación y proponiendo medidas desde el Consejo. El día 30 de noviembre ya comenzó el trabajo con una primera sesión para programar el mismo, “fijar metas en común” es fundamental según Merino, siempre trabajando desde la igualdad de género, todo ello en un espacio que sea divertido para los niños y niñas que participan en este Consejo.