Los robos en el campo han estado un año más en boca de todos, en 2011 además con una muerte terrible e inesperada en el asalto a una finca en Cinco Casas, lo que ha contribuido a relanzar la polémica de que si hay que endurecer las penas para quienes los cometen. Es más, la potente organización agraria Asaja se lo ha pedido al nuevo Gobierno central del Partido Popular.
Sobre el particular el fiscal jefe de Ciudad Real, Jesús Caballero Klink, “plenamente concienciado y solidarizado con los agricultores que sufren esta terrible situación”, opina que en el actual Código Penal hay herramientas suficientes para perseguir con efectividad esa delincuencia.
“Con este Código se pueden hacer muchas cosas. De momento los robos en naves para custodia de ganado o de aperos pueden ser consideradas casa habitadas, lo que significa que la pena puede llegar a ser de entre dos a cinco años de prisión en cuanto al robo con fuerza en las casos. El robo con violencia e intimidación también está castigado con entre dos a cinco años, en casa habitada, y la pena superior podría ser de tres a seis años”.
De momento la fiscalía no ha formulado escrito de calificación por organización o grupo criminal para bandas que delinquen en el campo pero podría hacerlo si se demuestra, lo que elevaría aún más la solicitud de penas (entre tres y seis años dependiendo de si es organización o grupo); “en principio respuesta penal hay, si se considera oportuno elevarlo o no es una competencia del Ejecutivo y de las Cortes. Tenemos herramientas para trabajar lo que sucede es que hasta ahora este fenómeno de criminalidad no se había presentado”.
El año que termina también ha servido a la fiscalía para seguir profundizando en la especialización.
Hace unos meses se creó la figura del fiscal especializado en criminalidad informática, tarea que ha asumido el fiscal Francisco Javier Gutiérrez. La modalidad es un cajón de sastre en el que entran muchas cosas, desde las estafas por internet, virus, secretos, privacidad, medios informáticos, daños a sistemas, y otro grupos de delitos también informáticos que son los relacionados con la pornografía infantil, explica Jesús Caballero Klink. Hasta la fiscalía llegan cada vez más casos, consecuencia de la creación de grupos especializados en nuevas tecnologías tanto en el seno de la Policía como como de la Guardia Civil.