Cada vez que alguien se ahoga en Ruidera y más si es joven y supuestamente buen nadador, circula el mismo comentario: las Lagunas son peligrosas, hay corrientes que te arrastran, un chico se bañó en una laguna y apareció ahogado en otra. No se lo crean. Son leyendas de un parque natural que pese a las advertencias y llamadas a la prudencia la ciudadanía confunde con una piscina, le pierde respeto y comete imprudencias, lo que explicaría que de cuando en cuando se produzcan ahogamientos evitables.
“Tampoco son tantos en proporción a la cantidad de personas que se bañan en verano”, matiza el bombero del parque de Ciudad Real Manuel Martín Portugués. Buceador experto y conocer de las Lagunas, Portugués es director técnico de la Asociación de Intervención en Rescate Acuático de Castilla-La Mancha, que lleva años haciendo prácticas de formación en el parque. Además formó parte del único grupo especializado en rescate acuático y subacuático que tuvo en su momento Emergencia Ciudad Real: “Las Lagunas no son peligrosas, es una gran depresión, como un vaso grandísimo de agua, el riesgo está en las imprudencias humanas”, señala.
No hay que bañarse solo
Un error frecuente: bañarse solo, sin avisar a nadie y en zonas sin presencia de socorristas, “no es que las lagunas te vayan a tragar, el problema es que muchos nadadores expertos no calculan bien las distancias, en el agua todo parece más cercano de lo que está, sufre algún calambre, mareo o corte de digestión y no puede avisar a nadie”.
De la misma opinión es el jefe del parque de bomberos de Alcázar de San Juan José María Botet, que insiste en no darse un baño o cruzar una laguna a solas, y apunta otro riesgo: “Hay personas que no saben nadar bien, apenas flotan y el suelo de las lagunas está muy escalonado, por un error de cálculo puede dar un traspié y encontrarse de golpe, cerca de la orilla, con la cabeza bajo el agua”.
Calcular mal las distancias e intentar cruzar una laguna cuando no se tiene mucha resistencia sería otra situación evitable, “por mucho que sepas nadar cuando fallan las fuerzas un nadador se puede poner nervioso y hundirse si no ha calculado bien el recorrido”.
Las comidas copiosas y la bebida
Otra imprudencia son los excesos de comida y bebida. Las Lagunas están asociadas a la diversión y han sido muchos los casos de personas que después de una comida copiosa, regada con alcohol o incluso después de estar toda la noche de fiesta, se han dado un baño para “despejarse” y se han ahogado.
“Bañarse en esas circunstancias es desaconsejable te expones a un corte de digestión, o a sufrir un shock térmico por el cambio de temperatura”, incide Botet.
También están los juegos de los chavales que se montan en grupo en patinetes y barquitas que se hunden, y a lo mejor resulta que dos de los cuatro que van no saben nadar.
No tirarse de golpe e ir mojándose poco a poco si te has estado tostando al sol es otra recomendación clásica para prevenir los ahogamientos y los accidentes en zonas de baño que destaca Botet.
Los ahogados, por la tarde
Martín Portugués, que formó parte del grupo de rescate acuático que tuvo en su momento Emergencia Ciudad Real (SCIS) dice que en los años noventa, cuando hacían estadísticas de los rescates, “todos los ahogamientos en Ruidera o en cualquier otro lugar de baño de la provincia se producían por la tarde, después de comer, a primera hora apenas teníamos”.
En las Lagunas de Ruidera, la mayoría en Albacete, son los bomberos de esa provincia, como ocurrió el sábado con el joven irlandés, los que tienen competencias en intervenciones en las lagunas, casi todas en el término de Ossa de Montiel. También desde el parque de Tomelloso se acude a llamadas de auxilios de todo tipo en la zona.