Señala que desde el 1 de enero de 2024 el descenso acumulado está entre 20-25 céntimos por litro.
“La causa es la importación de materia prima que las empresas lácteas realizan desde otros países de la Unión Europea, como Holanda, para hacer frente a su producción y que compran a un precio menor”.
Para Unión de Ganaderos Independientes es incomprensible esta decisión del sector industrial, ya que la leche de cabra procedente de esas zonas tiene menor rendimiento quesero. Es decir, puntualiza UGI, para elaborar un kilo de queso son necesarios muchos más litros de leche.
Además, la asociación ganadera señala que al priorizar esas compras internacionales los elaboradores no solo adquieren un producto de inferior calidad al que se produce en España, también condicionan la producción de leche de cabra nacional.
Desde UGI afirman que esta situación supone para los ganaderos de caprino de leche un círculo sin salida. Por un lado, la falta de rentabilidad del sector nacional lleva al abandono de la actividad y hace descender la producción de leche, moviendo a la industria láctea a buscar alternativas fuera de nuestras fronteras. Y, por otro lado, en esos otros países compran a menor precio y eso marca el descenso para la leche de cabra en España.
