Miguel Barba ha regalado a Ciudad Real un pregón para la luz sin tiempo de la Semana Santa en un recorrido repleto de tradicionalismo, y para la ciudad de siempre, que los presentes han reconocido y han hecho suya. Además, se ha mostrado reivindicativo tanto en lo relativo a las cofradías como a la propia Iglesia. El pregón era uno de los más esperados por los cofrades debido al perfil de Miguel Barba, y se han cumplido las expectativas.
El acto ha estado presidido por el alcalde, Francisco Cañizares; la concejal de Festejos y Tradiciones Populares, Fátima de la Flor; la presidenta de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, Yolanda Gómez; el Vicario General de la Diócesis de Ciudad Real, Jesús Córdoba Ortega y el consiliario de la Asociación, Rafael Melgar Martín-Fontecha.
Con cinco minutos de retraso ha sonado Amarguras, el himno oficioso de la Semana Santa, interpretada por la Banda Municipal de Ciudad Real, para abrir el acto del Magno Pregón de este año. Un Teatro Quijano abarrotado con más de 1000 personas, ha aguardado en una espera calmada y con un silencio respetuoso que ha servido de previa para el pregón más esperado de los últimos años.
Miguel Barba ha sido el elegido por la Asociación de Cofradías de Ciudad Real para anunciar su Semana Santa. Una de las citas centrales de la Cuaresma que congrega a las autoridades, hermandades, cofradías y ciudarrealeños alrededor de la proclamación de una de las fiestas más importantes de la ciudad. En su pregón ha habido religiosidad popular y teología, y ha resultado en una catequesis embriagada de Ciudad Real y sus cosas.
La presentación del pregonero
Alejandro Simón, reconocido cofrade, ha sido el encargado de conducir el acto y de introducir al presentador del pregonero, que en este caso ha sido uno de sus mejores amigos, el ingeniero y Hermano Mayor del Santo Descendimiento, Gonzalo López de Coca.
Y entonces ha sonado Macarena, de Abel Moreno, la marcha elegida por Barba para anunciar su pregón. La espera llegaba a su fin. López de Coca ha tenido unas palabras cariñosas para la madre del alcalde y se ha mostrado “tremendamente orgulloso” de introducir al pregonero.
Asimismo, ha dicho que el pregón “dejará de ser de Miguel para ser de Ciudad Real”. López de Coca ha hablado de los sentimientos que le provocan la Semana Santa y que comparte en su amistad con el pregonero. Ha sido la primera vez que una petición conjunta de 8 hermandades de la ciudad ha hecho que muchos cofrades se hayan puesto de acuerdo para pedir que Barba fuera el pregonero de este año: “Así se hace justicia contigo”, ha añadido.
López de Coca se ha deshecho en elogios, ha hablado de la profunda fe de Barba, de las Hermanas de la Cruz, importantes para ambos, y le ha hablado, a él y a la ciudad, con cariño y con respeto. Con recuerdos, alusiones al amor del pregonero por su mujer y sus hijos, ha puesto en suerte al Quijano para que Miguel Barba pregone la Semana Santa de Ciudad Real.
Desde la trasera del palio de la Virgen de los Dolores de Santiago
Miguel Barba ha comenzado su pregón en la trasera del palio de la Virgen de los Dolores de Santiago un Viernes de Dolores diciendo que “sigue detenido” en aquel instante. Como su título refiere, ‘La luz sin tiempo’, el pregonero ha ido descomponiendo la semana en los primeros instantes y ha dejado claro que la Semana Santa en Ciudad Real tiene una luz y un cielo diferente. Hablando del ‘Jesús de nuestras abuelas’ y de las reminiscencias de la tradición ha levantado la primera ovación cerrada del Teatro Quijano.
El pregonero ha utilizado la luz, con tintes de ‘mancheguismo’ para esbozar un recorrido por la Semana Santa para hablar “de mi Semana Santa y de la tuya”. En un ejercicio de humildad, Barba ha querido hacer partícipes a los presentes de sus sentimientos dejando claro que todos tienen los suyos.
La formación en Ciencias Religiosas del pregonero se ha hecho notar cuando ha hablado del sentimiento profundo que hay detrás de la Semana Santa. Dios ha estado en el centro de sus líneas, y le ha hablado a la ciudad de la pasión, muerte y resurrección de Cristo a través de las peculiaridades de Ciudad Real.
El pregonero también ha aprovechado para lanzar algunas advertencias sobre la Semana Santa ciudarrealeña, de la que ha dicho que es “la fiesta mayor” que es un “nexo unión entre la sociedad civil y la práctica religiosa”. Asimismo, ha añadido que ser cofrade en Ciudad Real engrandece a la ciudad: “No podría entenderse a la ciudad sin sus cofradías”. Los presentes han interrumpido al pregonero con un aplauso cuando se ha referido al Lunes Santo como “la luz hueca” de la Semana Santa. Cabe destacar que es el único día de la Semana Santa sin cofradías en la calle en Ciudad Real.
Al campo, a los comerciantes, a los sanitarios, a los oficios de siempre en la ciudad, con las hermandades de los gremios en sitio preferente, Barba se ha dirigido a ellos, que residen en los barrios tradicionales de Ciudad Real, para dejar claro que la “es una ciudad viva” en lo que a las cofradías se refiere, porque tienen vida “social y caritativa que hacen un mundo mejor”.
Miguel Barba y las Hermanas de la Cruz
Para el pregonero, las Hermanas de la Cruz son un pilar fundamental de su vida y una de las partes más emotivas de su pregón ha venido cuando ha hablado de ellas. De su labor caritativa en el barrio del Perchel, ya que a través de ellas muchas familias necesitadas reciben ayuda, y Barba ha llegado a las puertas del Convento recorriendo la calle Lirio con una de las hermandades más señeras de la ciudad, El Silencio.
El convento de las Hermanas de la Cruz está ubicado en la plazuela de Santiago, uno de los lugares más importantes de la Semana Santa de Ciudad Real y por donde transitan un gran número de hermandades en sus recorridos procesionales. Barba ha llegado al Perchel para quedarse y para decir, tajante: “Abrid las puertas a la Caridad de Cristo”, en clara alusión a los problemas que ha visto la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad para realizar estación de penitencia desde su Iglesia de Santiago.
La relación del pregonero con el barrio del Perchel ha estado muy presente en todo el texto, y en un diálogo hablando de Pilatos ha dibujado en el imaginario de los presentes ese corazón cofrade que supone para Ciudad Real en la tarde del Jueves Santo. Barba ha hablado de la Virgen de los Dolores, ‘Perchelera’ para muchos ciudarrealeños, para decir que todo el barrio cabe en sus manos entrelazadas.
“Cuento la vida por miércoles”
Y entonces ha llegado para hablar de su cofradía, pero dejando claro que las hermandades no pueden rivalizar, “porque tu cofradía, porque mi cofradía, es la misma en nuestra vivencia cofrade”. Ha señalado que cuenta la vida por miércoles, en clara referencia a la cuenta atrás que vive durante el año para que llegue el Miércoles Santo.
Visiblemente emocionado cuando ha comenzado a hablar de los titulares de su Hermandad de la Flagelación, Barba ha hablado de Nuestro Padre Jesús de la Bondad, de María Santísima del Consuelo y ha tirado otro dardo: “El Parque de Gasset espera tu palio carmesí”, con referencia a la posible salida de la hermandad de su sede canónica, la parroquia de Santo Tomás de Villanueva.
En un diálogo con los presentes con la referencia constante –“mi cofradía, tu cofradía”- se ha hecho Barba partícipe de la Semana Santa de todos “porque mi sueño, tu sueño”.
La reivindicación del pregonero
Miguel Barba ha señalado que en la Semana Santa lo importante es la fe y los cofrades son “instrumentos de Dios”. En esta parte más reivindicativa, el pregonero ha reafirmado la importancia del Evangelio, de la educación en valores cristianos y ha llamado a la “vieja Europa y al mal llamado primer mundo” a volver a ellos, y ha asegurado que los cofrades saben que su verdadera vocación en la vida es “ser lo que el Señor nos pide” y ha sido tajante: “Ser cofrade es un don”.
Con unos versos en los que un cofrade llega al cielo y se pone ante Dios, Barba ha hecho un recorrido por todas las labores y tareas que se hacen en las cofradías y ha levantado los aplausos de los presentes.
“Ciudad Real sin María moriría”
El pregonero ha llegado a las plantas de la Patrona de Ciudad Real, la Virgen del Prado. Ha mencionado los dos votos de la ciudad a la Virgen. Barba ha hecho hincapié en la importancia de la Virgen María para la ciudad y ha dejado una sugerencia: “Muy noble y muy leal… y muy mariana Ciudad Real”. Ha hecho un llamamiento a los políticos y ha señalado que las ideologías no pueden cercenar lo que supone la imagen de la Virgen para el pueblo ciudarrealeño.
A través de la Virgen del Prado, con un poema titulado “La Virgen del Prado llora” ha hecho el recorrido por todas las advocaciones de la Semana Santa de Ciudad Real. Con ello, Barba ha querido poner de manifiesto la relación tan estrecha que tiene la ciudad con la Virgen María. Y ha acabado, de nuevo, en la imagen de la Virgen de los Dolores de Santiago.
“En el Amor de Dios se resume todo”
Barba ha llegado al final del recorrido de la luz a la ermita de los Remedios, donde habita el Cristo del Amor en su Santo Descendimiento. En el transitar de la luz de la primavera en esa pequeña iglesia de Ciudad Real, ha querido el pregonero poner el final y relacionarlo con el Domingo de Resurrección “sin solución de continuidad”.
Asimismo, ha señalado que en el Descendimiento está “el amor resucitado y la luz de la pascua, donde queda resumida toda la luz de la Semana Santa”. Con ello, ha trazado una línea entre el Santísimo Cristo del Amor y el Señor de la Resurrección, “por eso los cofrades estamos llamados hoy y siempre a está luz sin tiempo que es la Semana Santa”.
Haciendo un llamamiento, con unos versos que comenzaban con un imperativo a los cofrades: “Os llamo”, ha partido de los Remedios para volver a recorrer las calles y las hermandades de Ciudad Real para llamar a todos a vivir con fe y devoción, con tradición, recuerdos y con la luz del cielo manchego, a vivir la Semana Santa. Cofrades a la calle, “a la luz sin tiempo de Dios”.
Las más de mil personas que han abarrotado el Quijano se han puesto en pie para regalarle al pregonero una ovación de varios minutos. Miguel Barba, visiblemente emocionado, ha recibido de manos del alcalde, Francisco Cañizares, y de la presidenta de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, un obsequio por haber sido Magno Pregonero de la Semana Santa.
A los sones de Siempre la Esperanza, marcha que ha mencionado López de Coca en la introducción y que supuso algo muy importante para ambos durante el confinamiento, se ha despedido el acto. La Semana Santa queda a la espera de las vísperas y Ciudad Real ya está preparada para vivir una de sus fiestas más grandes y señeras.