La ganadería Toros de Mollalta fue noticia el pasado 27 de febrero al lidiar una novillada sin picadores en Villanueva del Arzobispo por una causa benéfica, y por, en opinión de la ganadera, el buen juego ofrecido por tres de los seis novillos lidiados, algo sobre lo que dimos cumplida cuenta en la noticia publicada en lanzadigital.com/toros al día siguiente.
Hace pocos días tuvimos la ocasión de dar un tranquilo paseo por los distintos cerrados de la finca El Espino, donde pastan los ejemplares de Inés López, quien nos enseñó las tres corridas que esperan destino para esta recién estrenada temporada taurina de 2022.
“Hemos reducido vacas de vientre -asegura la ganadera-, aunque no demasiadas. Dada la situación de incertidumbre hemos hecho una criba importante, y nos hemos quedado con lo que mejor hechura tiene, tanto en machos como en hembras, y también los toros de mejor reata, es decir, aquellos cuyos padres, madres, hermanos y hermanas mejor juego ofrecieron en la plaza en su día.”
Las tres corridas están apartadas en distintos cercados en función de su trapío. La primera, cinqueña, es tela de seria, aunque sin toros desproporcionados ni feos. No obstante, en su cuajo se puede apreciar el año de más sobre sus lomos.
Las otras dos, de cuatreños, son distintas. Una más bonita, lo cual no significa otra cosa que ser portadora de menor ofensividad en sus pitones, y otra de mayor presencia, en la que hay varios toros que ilusionan especialmente a la ganadera, por fenotipo y genotipo, o lo que es lo mismo, por hechuras y por carga genética/reata.
Aunque ha habido interés por parte de algunas empresas las tres corridas -y dos novilladas picadas- siguen esperando destino definitivo en tierras ciudarrealeñas de Tirteafuera.
“Nosotros estamos ilusionados -concluye Inés- por lo que hemos visto en la plaza de tientas, ya que llevábamos dos años sin lidiar en público hasta el festival de Villanueva del Arzobispo. Y aunque nunca estás totalmente conforme, sí veo que voy llevando la ganadería por el camino que a mí me gusta, que no es otro que el de la nobleza encastada. Es decir, que mis animales ofrezcan embestidas mejores cuanto mejor se les hagan las cosas.”