Ilustraciones que han formado parte de las portadas de poetas, cantautores y algún novelista conforman una exposición con la que Cristina Reina desvela un pequeño retazo de todos sus trabajos. Creadora del cartel del 43 Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo de Manzanares, la manzanareña expone en el Gran Teatro ‘Arte portátil’ de forma paralela a la programación de artes escénicas.
Lejos de ser un mero trámite de acceso al autor, las portadas de libros de Cristina Reina cobran un importante significado por su poder de atracción hacia el lector. La ilustración tampoco es ya un ámbito ligado únicamente al libro infantil, sino que acerca al público adulto y ayuda a decidir qué libro escoger de una estantería.
Minimalista, pero con “choques visuales”
La portada de ‘Mi chica revolucionaria’ del cantautor Diego Ojeda para Frida Ediciones marcó su punto de partida y Cristina Reina cuenta ya con cuarenta y una obras a sus espaldas. Directora artística durante varios años en Frida Ediciones, la ilustradora además ha trabajado para editoriales de la relevancia del Grupo Planeta o Random House.
La joven manzanareña es versátil en técnica y estilo, aunque es fácil identificar su marca, “ya sea una acuarela o una ilustración a lápiz”. El estilo de Cristina Reina es minimalista, porque “menos es más”, aunque le encantan los “choques visuales”, como demuestran las portadas expuestas.
Quizá el trampolín para darse a conocer fue su primer libro con el Grupo Planeta, también de Diego Ojeda, ‘Siempre donde quieras’, y desde entonces no ha parado, hasta tal punto que en la actualidad ha dejado de hacer ilustraciones por encargo porque sus múltiples proyectos, entre los que figuran grandes sorpresas, apenas la dejan un minuto.
Ilustración, diseño y poemas visuales para captar lectores
Entre sus portadas preferidas está la del libro ‘Amor y asco’ de Srta. Bebi, en la línea de las ilustraciones que aparecen en el Gran Teatro, y que destaca por combinar sencillez, realismo y fuerza expresiva. Cristina Reina también habla de ‘Viajes a Kerguelen’ de Iago de la Campa, con un fondo azul con peces en movimiento. Las dos son de Frida Ediciones, la editorial en la que con más libertad ha desarrollado su vena creativa.
La autora, que estudió diseño gráfico en la Escuela Superior de Diseño de Madrid, confiesa que su trabajo no sólo consiste en el diseño de la ilustración de la portada, sino que también maqueta la estructura del libro, digitaliza la imagen e incluso introduce imágenes interiores o poemas visuales.
La mayor parte de sus obras figuran en libros de poesía contemporánea, joven, pero también ha hecho algo con prosa y alguna novela, aunque la ilustración coge fuerza dentro del ámbito editorial y cada vez existe un público más amplio que demanda libros más cuidados y que comuniquen más allá de las letras.