El juzgado de Daimiel (Ciudad Real) donde ayer se debía haber celebrado el juicio por la demanda que la portavoz del PSOE en Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, presentó contra el alcalde de Villares del Saz (Cuenca), José Luis Valladolid, por llamarle “puta barata” se ha vuelto a posponer.
Según explicó Maestre, el juicio se ha pospuesto hasta el 17 de enero y según le ha comentado su abogado, los motivos por lo que se ha retrasado ha sido que no se han presentado una serie de documentos que había pedido su abogado.
La portavoz del PSOE en Castilla-La Mancha, en su demanda, solicita que los insultos que vertió Valladolid en las redes sociales se consideren una intromisión ilegítima en el derecho al honor y pide una indemnización de 8.000 euros, que donará a una o varias asociaciones en defensa de derechos de la mujer, al considerarlas “acreedores morales” de la reparación de daños exigible.
En el escrito remitido a los juzgados, Maestre recordó entonces que a través del perfil de una red social de un periódico digital de Castilla-La Mancha, el demandante comentó una noticia en la que se recogían unas declaraciones suyas.
El comentario de Valladolid decía: “Qué dice esta puta barata podemita hipócritas. Lo que pasa es que lleváis cuatro años sin robar y sin colocar a dedo a todos los lamepollas del PSOE”.
En la demanda, se apunta que el periódico digital tiene 61.868 seguidores en esa red social, por lo que considera que “los comentarios insultantes del demandado tuvieron amplia difusión en la red” y además tuvo “un enorme impacto informativo”.
A pesar de ello, en el escrito se indica que el alcalde de Villares del Saz “se limitó a pedir disculpas, a indicar que no pretendía insultar y que se trató de un 'calentón del momento'”.
La demanda apuntó que “las posteriores disculpas del demandado no pueden ser sinceras por cuanto no fueron hechas de inmediato y estuvieron motivadas por las enormes consecuencias de su acción y el evidente perjuicio político que para él y su partido tuvieron las mismas”.
El escrito consideró que las palabras de Valladolid son “un ejemplo palmario de que al socaire de una discrepancia política, se utiliza una frase ajena a la crítica política y por tanto innecesaria, con ánimo injurioso y altamente denigrante” para Maestre y para las mujeres en general.
