A. R.
Manchegos aventando para separar la paja del grano, en la trilla y la vendimia, ordeñando ovejas, en la elaboración del queso, mondando flores de azafrán o disfrutando de una comida en el campo son algunas de las instantáneas que conforman la exposición itinerante ‘La mirada de Cervantes. Fotografías Cervantinas en los Archivos de Castilla-La Mancha’ que se exhibe desde ayer en el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real.
De finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, son las instantáneas que conforman una didáctica exposición que muestra cómo era el territorio y sus gentes, con escasos cambios de indumentaria, que presenció y llevó a su literatura Cervantes. Paisajes urbanos y rurales, costumbres, celebraciones y oficios como los de arrieros, churreros, panaderos, aguadores, albañiles, barberos, alfareros y pastores aparecen en estas instantáneas, buena parte de las cuales proceden de colecciones como las de Goñi, Casa Rodríguez y Escobar, a las que se suman otras fotografías aportadas por los Archivos como en el caso del ciudarrealeño que ha incorporado las relativas a molinos y ventas.
Hasta el 13 de enero se puede presenciar esta muestra, con la que se difunde el patrimonio documental de los archivos de la región y que, a través de fotografías históricas, evoca y traslada al “universo que conoció Cervantes y que plasmó en El Quijote y otras obras”, indicó el director del Archivo Histórico Provincial, Christian Madsen, a quien acompañó en la inauguración de la exposición el director provincial de Educación, Cultura y Deportes, Francisco Navarro, que resaltó el carácter didáctico de esta muestra para ver “cuáles son nuestras raíces porque no hay que olvidar que lo que fuimos conforma lo que somos y seremos”.
Raíces
“Todo ha cambiado muy rápidamente”. En el siglo XX, y aún más en lo que llevamos del XXI, “hemos pasado de las formas de vida más tradicionales a las más modernas” y es muy positivo que los niños y adolescentes no olviden sus raíces, vean cómo vivían sus abuelos y sus padres cuando eran jóvenes, una formas de vida y la razón de ser que tenían que recuerdan “los mayores y los no tan mayores”.
Aunque la mayoría de las fotografías son de la primera mitad del siglo XX, “ese mundo rural y agrícola que conoció Cervantes” se refleja “muy bien” en una exposición con la que el Gobierno regional ha contribuido a dar a conocer el mundo cervantino, sus paisajes y contextos, colaborando a que “se conozca fuera de nuestra provincia y región ese legado tan importante que tenemos”.
En la muestra, tanto en paneles como en vitrinas, se pueden presenciar, entre otras imágenes, fotografías de ventas y posadas, molinos y lagunas, calles y plazas, mujeres peinándose y elaborando figuritas de mazapán, carros tirados por mulas, múltiples faenas en el campo, celebraciones festivas y comidas en familia.
