La violencia de género, en el foco social y mediático desde que se aprobó la Ley Integral hace más de una década sigue involucionando. Los casos van a más y las denuncias no dejan de crecer entre los más jóvenes, aseguran expertos como Isabel Sánchez Martínez, jueza de Violencia Sobre la Mujer en Ciudad Real: “El grueso, al menos en este partido judicial, se da en personas de entre 25 y 40 años”, dice.
Titular desde hace seis años del juzgado de instrucción y primera instancia número 5 de la capital, uno de los que más carga de trabajo soporta, la magistrada abunda en la idea de que los que más maltratan “son personas educadas en democracia y en igualitarismo, que sin embargo han desarrollado conductas violentas y de control”.
El móvil, arma de violencia de género
Sánchez Martínez aporta otro dato demoledor: “El teléfono móvil es ahora mismo el gran arma para cometer delitos de violencia de género; amenazas, insultos, control, difusión de imágenes, etc. En todos los atestados que nos llegan al juzgado vienen mensajes de WhatsApp con amenazas e insultos”.
La jueza, que ha participado en la jornada ‘Stop violencia de género, entre todos podemos conseguirlo’ organizada por la Guardia Civil y la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, ha insistido en que el número de casos no deja de crecer.
Todos los días hay denuncias
Aunque en el partido judicial de Ciudad Real no ha habido víctimas mortales, no ha sido así en la provincia -en Daimiel y Criptana fueron asesinadas este invierno dos mujeres y tres de sus hijos-, si bien la jueza pone el acento en el altísimo número de casos menos graves que se denuncian a diario. “Todos los días hay violencia de género, es muy cíclica, por ejemplo en verano sube, lo preocupante es que no baja pese a todas las medidas y creo que habrá que analizar por qué”. Lo positivo de esta situación “es que cada vez se denuncia más”, apostilla, pero considera que eso es insuficiente para explicar el fenómeno.
La magistrada, cuyo juzgado no es exclusivo (en horario de audiencia está de guardia para denuncias de maltrato y además instruye casos de otro tipo), reivindica de nuevo lo conveniente que sería, “es necesario un juzgado de Violencia sobre la Mujer exclusivo en cada capital de provincia, no sólo en Ciudad Real”, remata.
Pacto de Estado y más competencias
Estos juzgados, que desde hace dos años también son los responsables del seguimiento de las órdenes de protección, tiemblan ante la posibilidad “muy lógica”, opina, de tener que asumir las nuevas competencias que les atribuye el Pacto de Estado contra la violencia de género (no ha entrado en vigor).
El documento consensuado por los principales partidos contemplan que los juzgados de Violencia sobre la Mujer se encarguen de los delitos machistas en general como las agresiones sexuales o la trata, “las agresiones machistas no sólo de dan en la pareja”, recalca la jueza, asumir todas esas competencias sería literalmente imposible con el personal y los medios actuales en todos los juzgados.
300 órdenes de protección
El teniente coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real Humberto Urruchi, que organiza la jornada, ha explicado que en la provincia hay unas 300 mujeres con protección en estos momentos y que el instituto armado sólo en octubre ha realizado 600 actuaciones; ochenta y seis contravigilancias a víctimas, trescientas dieciocho entrevistas telefónicas y ciento cincuenta visitas a personas con orden de protección, lo que da idea del volumen de actividad que genera el problema de los malos tratos.
“Las órdenes de protección son un mecanismo absolutamente eficaz”, ha explicado la jueza, que ha elogiado el trabajo en esta materia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el partido judicial de Ciudad Real, “tanto Guardia Civil, que tiene su equipo especializado, como Policía Nacional, con el suyo, hacen un trabajo muy eficaz y están constantemente pendientes de la víctima, es un seguimiento muy directo el que hacen y muy continuado”.
