El fuego para el guiso de las ollas del Santo Voto se ha cumplido de nuevo un año más. A pesar de ser un año muy complicado en el que una nueva pandemia ha hecho mella en los ciudadanos de Puertollano y de todo el país, finalmente esta tradición ancestral ha podido cumplirse en la Glorieta de la Virgen de Gracia.
La alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, reivindicaba que “no se nos olvide todo lo que hemos vivido y no demos un paso atrás”. Un acto simbólico con el que han querido dar muestra del dolor y pésame a las familias que han sufrido la pérdida de sus seres queridos por el Covid-19. Este encendido se producía el mismo día en el que comenzaba el luto oficial del país, “una tradición que paradójicamente nos remonta también, hace casi siete siglos, a una pandemia similar que vivió el planeta y que también afectó a nuestra ciudad”.
Un acto de homenaje a las víctimas y de agradecimiento a todos los sectores esenciales que han seguido adelante cuidando a la población o suministrando los alimentos, limpiando la ciudad o en la seguridad de la población, así como los voluntarios que dieron muestra del “capital humano” que tiene Puertollano. “A todos los sectores que hicieron posible que en un momento tan excepcional hicieron que la ciudad pudiera seguir funcionando”, matizaba Rodríguez. Todos ellos portaron las antorchas del fuego purificador y que, lejos de vestir las capas del Santo Voto, llevaron esos uniformes que han vestido durante todo este tiempo.
Este año, a través de una forma simbólica, pero con mayor representatividad de la sociedad puertollanense que en décadas anteriores, comenzaba el encendido de las trece ollas de barro en esta noche de miércoles y en la que la alcaldesa de Puertollano lanzaba un mensaje esperanzador “si hemos sostenido, si hemos aguantado y si seguimos unidos seguro que vamos a ser capaces de tapar y curar todas las cicatrices que este maldito virus ha dejado en la ciudad de Puertollano”.
Trece representantes en el encendido
Así, los participantes en el encendido de las ollas eran trece representantes que portaban las trece antorchas con las que se inicia este peculiar ritual gastronómico y religioso. Una de estas antorchas era portada por la alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, en representación de la corporación municipal que estaba acompañada por otros doce componentes; desde el hospital Santa Bárbara –pieza clave para los enfermos de esta pandemia- estaba presente la internista de la UCI de Puertollano, Eva Fernández, junto a una enfermera, Inmaculada Espinosa por toda la labor que han realizado en la zona más dura del centro hospitalario. Ambas, visiblemente emocionadas hablaban de la labor que han desarrollado en estos últimos meses, “unas semanas muy duras, un trabajo que nos pilló sin tener antecedente para ver cómo actuar pero que día a día hemos ido sacando adelante, quiero un recuerdo muy especial para todas las personas que han fallecido, hemos estado con ellos hasta el último momento”, decía Espinosa quien pedía que la prudencia continúe para no volver a atrás. Palabras que suscribía Fernández afirmando “creo que es muy importante que estemos todos a una, que trabajemos todos en equipo”. Para esta médico internista lo más bonito de este tiempo han sido las historias de esos pacientes que han recibido el alta y lo más difícil ver morir a los pacientes sin sus familias.
Desde los cuerpos y fuerzas de seguridad el representante era Antonio Fernández, jefe de la Policía Local, que se encontraba apoyado por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Además, el apoyo de otras instituciones pasaba por la presencia de la viceconsejera de cultura, Ana Muñoz; el servicio de limpieza viaria y recogida de basura que tan importante ha sido en todos los lugares de la ciudad estaba representado con el presidente del comité de empresa, Luis Vidal, los trabajadores de limpieza dentro de las instalaciones municipales estaban representados por una limpiadora, Piedad Espinosa; las residencias de mayores estaba representadas por la directora del CADIG Fuente Agria, Mª José Hervás y María Trujillo representaba a los mayores como presidenta del Consejo.
Protección Civil también ha tenido un papel fundamental en esta época por lo que Jorge Navarro representaba a este colectivo, quien aseguraba que la labor del voluntario en este tiempo ha sido realizada de corazón
En el comercio y consumo era Ramón Oviedo quien representaba a este colectivo que hizo posible el suministro de alimentos, estos días ha hecho que la población también reconozca la labor tan necesaria de este sector, “la gente incluso todavía van a comprar con miedo”, justificaba. En el sector del transporte y la logística era Rafael Castellanos, presidente de la Asociación de Transportistas de Puertollano, quien portaba esa antorcha y en la solidaridad de la ciudad era Mª Ignacia Carrasco quien estaba presente en este acto. Carrasco destacaba que el barrio de El Carmen es muy colaborador y se ha volcado totalmente con el pabellón Paqui Moreno y sus transeúntes. Por su parte, Jesús Jarque era el representante de la comunidad educativa de Puertollano.
