Almagro rinde tributo a uno de los maestros de la dirección, la interpretación y la dramaturgia de la segunda mitad del siglo XX en España, un artista que, a través de una mirada innovadora, otorgó una nueva dimensión al teatro del Siglo de Oro e hizo vibrar los cánones estéticos más arraigados hasta la fecha.
Diecisiete años después de su muerte, Almagro le rinde tributo en un espacio que fue fetiche para sus inolvidables montajes, el Hospital de San Juan, sede de la Compañía Nacional de Teatro (CNTC) durante el mes de julio, y que desde este jueves llevará su nombre como denominación.
La mirada de este gran creador como renovador inteligente del clasicismo será visible para siempre en este recinto como Teatro Adolfo Marsillach, y durante este mes con ‘Escenificando a los clásicos’, la exposición formada por una serie de imágenes con impresión lenticular sobre sus montajes clásicos al frente de la CNTC, impulsada por el Museo Nacional del Teatro y la Fundación Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Se trata, señalan desde la organización, de un homenaje a una de las figuras que renovó la escena española y modernizó el teatro clásico español en las décadas de los 80 y 90, con un nuevo hacer que enriqueció interpretación y dramaturgias.
Creador de la CNTC en 1985, también fue el principal artífice de que hoy el Museo Nacional del Teatro tenga su sede en Almagro, a donde autorizó de manera urgente el traslado de las colecciones del museo desde los almacenes del Museo Español de Arte Contemporáneo.
Así, coincidiendo con la inauguración de la 42º edición del ciclo encajero, la comitiva de autoridades que ha visitado la ciudad, encabezada por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, junto al ministro de Cultura, José Guirao (ambos en funciones), la directora general del INAEM, Amaya de Miguel, el consejero de Educación, Ángel Felpeto, el de la Diputación, José Manuel Caballero, o el alcalde de Almagro, Daniel Reina, entre otros, han descubierto una placa conmemorativa en el Hospital de San Juan para dar la bienvenida al Teatro Adolfo Marsillach, a la qeu tambié nhan asistido la viuda del artista, Mercedes Lezcano y las hijas, Blanca y Cristina Marsillach.
Exposición
Respecto a la exposición del patio, acoge en su frontal una cronografía de su trayectoria al frente de la CNTC, que dirigió entre 1986 y 1989 y entre 1992 y 1997. En concreto, reúne carteles en movimiento (lenticulares) de ‘Los locos de Valencia’, ‘El Médico de su honra’ (1986), ‘Antes que todo es mi dama’ (1987), ‘La Celestina’, ‘El burlador de Sevilla’ (1988), ‘El vergonzoso en Palacio’ (1989) ‘La gran sultana’ (1992), ‘Fuenteovejuna’ (1993), ‘Don Gil de las Calzas verdes’ (1994) y ‘ El Misántropo’ (1996).