A. R.
Ciudad Real
Javier Krahe, toda una institución de la canción de autor, con 36 años sobre los escenarios y autor de temas que cantan una generación tras otra pasándose el testigo en el gusto por composiciones inteligentes, despiertas e irónicas, actúa hoy, a las 21 horas, en la ciudarrealeña sala Zahora Magestic y mañana, a las 22.30 horas, en la sala Estación Groove de Alcázar de San Juan, para después desplazarse a Baeza.
Estas citas no forman parte de una gira puntual sino de su “vida normal”, aprecia, porque si no habría que decir que vive en “una gira perpetua” ya que todos los años trabaja de octubre a junio, tenga o no disco nuevo, ofreciendo conciertos a los que acuden seguidores de todas las edades de un repertorio con muchas canciones que no pasan de moda y mantienen plena su actualidad. “Supongo que no todas. Bueno, si hablan de sentimientos, es muy raro que éstos caduquen. En cambio, si hablo por ejemplo de política” algunas canciones pueden quedarse antiguas, expone Krahe, que asegura que, de todas formas, las que más le interesan son las nuevas, las cuales tendrán “cierta preferencia” en sus directos por tierras manchegas.
“A veces canto de hace 20 años también pero no de La Mandrágora”, comenta el cantautor, que considera que las canciones que más le definen son las amorosas. “Tengo muchas más amorosas que de otro tipo, de veinte a una”, pero también la ironía se cuela en esas composiciones porque “anda y que no cabe ironía en los asuntos amorosos”.
De carne y hueso
La mayoría de las musas a las que canta son de “carne y hueso, pero si no me las invento igual”, reconoce, para enseguida indicar que todas ellas son “tangibles, ninguna ilusoria. Aunque yo miento”, confiesa un creador con un público intergeneracional a quien no deja de sorprender cómo sus canciones conectan con los jóvenes. Tanto es así que estima que a sus conciertos “empiezan a venir” espectadores “extremadamente jóvenes. Me llama la atención los de 20 ó 25 años, pero ya cuando vienen de 18 ó 17 años, no sé, no lo entiendo”, y eso que habla con ellos, les pregunta “qué les interesa” y obtiene como respuesta que “les gustan sus canciones” sin más explicaciones.
“Más o menos como siempre: revueltos, inquietos y generosos” ve a los jóvenes Krahe, que afirma que “Marietas siempre hay y Cuervos ingenuos, también”.
Sobre lo ocurrido en Infantes en 2012, donde el alcalde impidió que actuara en un local municipal con “la peregrina excusa de la libertad de expresión de los miembros de la Cofradías”, recuerda que “fue muy divertido porque tuve el enorme placer de saber que el día que fui a cantar –a otro local de Infantes donde se trasladó el concierto- el alcalde se marchó de la localidad. Supongo que para no ver los abucheos que iba a tener”.
La negativa del alcalde vino tras la polémica que suscitó la exhibición de un corto sobre cómo cocinar un crucifijo -vídeo casero que rodó Krahe junto a unos amigos en 1978-, tras la que el cantautor fue demandado por el Centro de Estudios Jurídicos Tomás Moro, denuncia de la que salió absuelto.
“En un país acostumbrado al caciquismo y a que cada territorio sea el cortijo de alguien” a veces se confunden los términos como estimar que se puede impedir la actuación en un sitio, pero “afortunadamente la población de Infantes abarrotó el local donde nos cambiamos, se llenó y nos lo pasamos muy bien”, indica Krahe, que asegura que cuando fue a Infantes la gente le paraba y saludaba muy amablemente y bastantes personas le dijeron que eran católicas, que no les gustaba el corto pero que estaban a favor de la libertad de expresión y en contra de que se le negara un local municipal para actuar.
Kalashnikov
Respecto al atentado en la revista ‘Charlie Hebdo’, publicación que Krahe ha “leído durante años”, aunque últimamente no pero “eran los mismos” dibujantes, considera que fue una “salvajada”. “Las cosas de Charlie Hebdo son salvajes pero en papel, son caricaturas”, comenta Krahe, que se pregunta “qué tiene que ver el salvajismo en una revista de viñetas dibujadas con los kalashnikov”. A los que “promueven estos actos les trae todo sin cuidado, actúan por otros motivos, lo que ocurre es que tienen muchos seguidores que se creen” que aquéllos defienden sus posturas, expone el cantautor, que se cuestiona, en relación con quienes cometen esas barbaridades, “qué tipo de creyentes” son “porque Mahoma no habla de kalashnikov”.