Sin apenas dar las buenas tardes, y sin apenas ser cuestionado en rueda de prensa, David Ramos se presentó en la sala de prensa con un claro mensaje; “mañana tenemos una final y hay que ganarla”. Así de sincero se mostraba el madrileño que despertó las risas y casi la ovación de una poblada sala de medios.
Ya en serio, y tras la gesta de plantarse en la final de la Copa de España una vez superado a Inter Movistar, el técnico del Viña Albali recordaba que “somos lo que somos y la clasificación no es un reflejo de lo que es el club como entidad. Hay siete jugadores que se salvaron en la última jornada, tres que bajaron a segunda, un portero que no jugaba en su equipo, un Rafael Rato defenestrado en Inter, Cainan que venía de un equipo de Italia y Catela que llegó en el mercado de invierno”. Por eso, reconocía que “claro que nos toca sufrir, pero nos sobreponemos a las circunstancias. Puede ser flor o suerte, pero hay que buscarla. Jugamos con respeto ante todos y con la cabeza bien alta. Edu estuvo increíble una vez más y estuvimos efectivos, aunque desperdiciamos ocasiones claras. Siempre creíamos en la victoria”.
Hablando del rival, el técnico aseguraba que “sabíamos que iban a llegar la iniciativa, que nos iban a meter en problemas y que nos teníamos que batir el cobre en defensa, pero éramos conscientes de que cuando la tuviéramos, teníamos que marcar. Estamos jugando con transatlánticos y tenemos que aprovechar nuestras bazas”. En este sentido, subrayaba como base del éxito que “la capacidad de sacrificio es muy importante, la gente está muy comprometida”, y por supuesto, “la afición es espectacular. No tenemos palabras para agradecer su apoyo. Su apoyo nos da vida y nos da fuerzas. Esperemos que el pabellón esté más azul que nunca”.
Por último, David Ramos aseguraba que “Rafa no llega ni de broma. En lo físico, tendremos que dormir en hielo esta noche o hacernos una transfusión de sangre (bromeaba entre risas). Veremos cómo afrontamos el partido, pero lo prepararemos de la mejor manera posible”.