Cuando nadie daba un duro por el colista de la tabla, llegó el Calvo Sotelo y dio la campanada en Guadalajara. Fue gracias, entre otras muchas cosas, a un Iván Limón estratosférico, y a una transición ofensiva de diez de un equipo que viajó a la Alcarria plagado de dudas y con serias bajas.
Pero el fútbol sigue sin entender de lógica y un hat trick de Iván Limón sirvió para traerse de vuelta los tres puntos a Puertollano. El de Fuencaliente pudo hacer un póker, pero el conjunto industrial perdonó y fue capaz de sufrir para llevarse el botín de los tres puntos.
Con esta victoria, el Calvo Sotelo escapa del farolillo rojo y suma ya diez puntos.
Tras la conclusión del encuentro, Andrés Viñas contaba cómo había sido la victoria de los suyos. “Fue un partido trabajado y sufrido. Los goles siguen siendo por falta de contundencia y por no ser fuertes defendiendo. Fuimos muy fuertes en las transiciones. Los jugadores hicieron un gran ejercicio físico y de solidaridad. Quizá un 2-5 no hubiera sido raro. Sabíamos que generarían espacios y era cuestión de paciencia y así lo hicimos. Leímos el partido perfectamente”, explicaba el técnico.
Esta victoria, según Viñas, sabe a “gratificación de los futbolistas. A trabajo bien hecho. Que te abracen jugadores que no suelen ser habituales dice mucho del vestuario. Y que viajen jugadores no convocados o sancionados, dice mucho de este grupo humano”.
Cuestionado sobre si se había quitado un peso de encima, el entrenador del Calvo Sotelo matizaba que “más que quitarnos un peso de encima, nos tiene que servir para coger confianza y para seguir aprendiendo. Debe servir para concienciarnos de lo que podemos ser capaces de hacer en esta categoría”. Además, “sigue habiendo margen de mejora y tenemos tiempo de hacer las cosas bien en la competición”.
Por último, con apenas un día de trabajo, el Calvo Sotelo preparará la cita de este domingo ante el Mora. Quizá le falte tiempo, pero seguro que el equipo azul llegará cargado de moral y de ilusión.