Pregunta: ¿Cómo debe ser una buena dieta infantil?
R: No hay muchos secretos, pues es como la dieta del adulto. Un niño puede comer como nosotros, es decir, la base de su alimentación tiene que ser frutas y verduras. Respecto a los cereales, si pueden ser integrales, mucho mejor. Legumbres, frutos secos y grasas buenas, por decirlo así también son aconsejables.
Son buenos los alimentos que aporten grasas beneficiosas como pueden ser el aceite de oliva, el pescado azul y las semillas.
La patata también está muy bien, incluso el boniato es un buen recurso pues, al ser un poco más dulce que la patata puede tener mejor acogida en la alimentación infantil.
P: ¿Qué importancia tiene el hecho de que los niños, desde que son pequeños, adquieran un hábito saludable con las comidas?
Es fundamental. Hay un tema del que hablamos mucho últimamente como es el de los primeros 1000 días de vida, los cuales van a jugar un papel muy importante en el desarrollo de los niños, e incluso en la salud del futuro adulto.
El cómo han sido los hábitos de vida de ese niño desde que nace hasta que cumple los tres años, cobra mucha importancia. Por eso, durante esos 1000 días, que son aproximadamente los tres años del niño, es cuando se asienta un poco todo.
Desde mi propia experiencia aconsejo en no forzar a los niños con las comidas. Siempre digo que si tú le fuerzas a comer, puedes crear un trauma o un mal recuerdo en el que el niño o la niña asocie algo negativo con ese alimento.
Nosotros decimos que los padres deben de garantizar la calidad del alimento, la cantidad ya la elige el niño. Si un día tiene más hambre, comerá más, y si un día tiene menos hambre, pues comerá menos.
Lo que hay que garantizar es que los alimentos que le damos al niño sean saludables. Un adulto al final está más contaminado por los horarios, la cultura, la gastronomía y el trabajo, pero a un niño para comer realmente le da igual que sean las dos de la tarde, las cuatro o las cinco. Y es que puede ser que a las dos no tenga hambre y a las cuatro sí. Por tanto, no se rigen tanto por el reloj, ya que tienen su propio reloj biológico y siempre están influenciados por los periodos de crecimiento.
De hecho, si un niño está en un periodo de crecimiento, sus requerimientos aumentan y va a tender a tener más apetito. Si, por el contrario, está en un momento donde el crecimiento ha parado y no hay tanta necesidad, tenderá a comer menos.
P: Entiendo que, como nutricionista aconseja a que el niño haga ejercicio físico y se mueva…Este hecho, ¿es tan importante como tener una buena alimentación?
Por supuesto. Hay que favorecer que los niños hagan ejercicio. Prácticamente durante el embarazo aconsejamos mucho más a las mujeres a que sean activas y tengan un embarazo activo, pues al final siempre va a ser más positivo. Y a partir de ahí, intentar que a los niños les guste moverse, practiquen ejercicio, hagan actividades y no estén todo el día en casa sentados.
P: Desde su propia experiencia, ¿ha cambiado mucho la alimentación de los niños de unos años a esta parte?
R: En la actualidad hay una conciencia para que los niños se alimenten mejor y no se les esfuerza comer, con el fin de respetar sus tiempos.
También es cierto que, en la sociedad actual, como cada día vamos más deprisa, se ha inventado multitud de comida preparada para los niños, que ya está lista y viene adaptada para que no haya que perder mucho tiempo.
En las redes sociales también hay mucho movimiento. Por poner un ejemplo, hay muchas madres que enseñan a preparar galletas con frutas, a hacer bizcochos caseros saludables…por tanto, existe una corriente por intentar que los niños coman bien.
P: Hoy en día el azúcar está presente en la mayoría de los alimentos que ingerimos. ¿De qué manera perjudica este hecho a una buena alimentación?
R: Más que un tema de supermercados, yo diría que es la publicidad y la propia industria que lo fomenta. Hace unos años, en Chile, los Kinder Sorpresa tenían la venta prohibida. Y las cajas de cereales no traían dibujos, siendo, por ejemplo, una caja de color marrón. No sé si en estos momentos se seguirá haciendo, pero hace unos años era así.
Ellos tienen su política de salud infantil, ya que prohíben todo lo que son envases llamativos y regalos.
P: En España y en nuestra Comunidad Autónoma, ¿se come mejor que en otras zonas?
En cuestión de la publicidad infantil en España tenemos un código de buena conducta y la publicidad la regulan las propias empresas. Se les facilita como un código de buenas prácticas, pero al final en la industria hay un limbo legal. Por tanto, ahora mismo estamos en la situación de que es la industria la que manda. El lobby de la industria alimentaria tiene mucho poder e invierte mucho dinero en campañas de salud pública y del Gobierno. Por tanto, es difícil atacar a quien te ayuda.
P: ¿Han acudido a su consulta muchos padres pidiéndole consejo a la hora de alimentar a sus hijos?
R: En la actualidad todavía cuesta un poco asimilar la importancia de la figura del nutricionista, porque está muy arraigada la figura del pediatra como el profesional de la salud, que sabe todo de los niños y que los atiende en todos sus factores. Imagino que todo cambiará cuanto más se conozca nuestra profesión. De hecho, hay nutricionistas especializadas en la alimentación infantil que son buenísimos y que saben mucho más sobre el asunto que nos atañe que un pediatra, porque un pediatra entiende más de la parte de salud, de medicina y de enfermedades. Pero una nutricionista especializada en nutrición infantil tiene mucho más conocimiento en esa área.