Cerca de 12.800 grullas comunes han elegido la provincia de Ciudad Real para pasar el invierno, lejos de las duras condiciones climatológicas que se viven en esta época del año en sus países de origen, en el norte de Europa.
Así lo recogen los datos del censo coordinado de grulla común que se ha realizado en la provincia de Ciudad Real a mediados de este mes de diciembre, y en el que han participado naturalistas voluntarios, personal del Organismo Autónomo de Parques Nacionales y miembros de la Sociedad de Historia Natural de Ciudad Real.
Ciudad Real, han explicado fuentes de esta organización, se consolida como una de las provincias más importantes en número de individuos invernantes para la especie en la Península Ibérica.
En este censo se han contabilizado un total de 12.738 individuos para la provincia de Ciudad Real. El mayor número de estas aves se concentra en el entorno del parque nacional de Cabañeros, donde se han contabilizado 5.599 ejemplares.
El parque nacional de las Tablas de Daimiel es el otro gran punto que eligen las grullas comunes para su invernada, y donde se han contabilizado 4.095 ejemplares.
En la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda, los datos del censo revelan la presencia de un total de 2.123 grullas; mientras que en el parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona el número se cifra en 921 ejemplares.
La grulla común es una de las aves más populares entre las personas que se acercan a disfrutar de la naturaleza y de las aves.
El fascinante viaje que realizan para desplazarse desde el norte hasta el sur de Europa, que les lleva a cruzar Alemania y Francia durante los meses de octubre y noviembre, para regresar a sus zonas de cría entre mediados de febrero y marzo, levanta la curiosidad de muchas personas que cada año acuden a esos lugares para observarlas.
Estas aves llegan a recorrer más de 4.000 kilómetros de distancia volando en ocasiones a más de 9.000 metros de altitud.
Una de las aves más elegantes
La grulla común es, además, una de las aves más elegantes que se puede contemplar en plena naturaleza y su gran envergadura la lleva a ser fácilmente distinguida en el campo.
Destaca también su característica forma de vuelo en ‘v’ y el sonido que emiten tanto cuando van en vuelo como cuando se encuentran posadas en el suelo.
Esta especie emite un característico trompeteo que puede escucharse a kilómetros de distancia, debido a que la laringe atraviesa el esternón como si fuese una caja de resonancia y eso magnifica su grito