Asaja y UPA han celebrado la autorización del almacenamiento privado de aceite de oliva como mecanismo para regular el mercado y luchar contra la especulación.
Portavoces de estas organizaciones agrarias, muy reivindicativas con la medida, tal y como lo exigieron el pasado 10 de octubre en la manifestación que reunió en Madrid a 50.000 olivareros de toda España, han insistido en la necesidad de activar herramientas para controlar la oferta por parte de los productores, sobre todo después de que Estados Unidos anunciara la subida de aranceles a los productos agroalimentarios europeos.
Igualmente, han aplaudido que la medida anunciada el lunes por el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, llegue cuatro días después de la gran protesta, en la que también pidieron precios justos para un olivar vivo y el establecimiento de normas de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para el sector.
Arturo Serrano, secretario general técnico de Asaja Castilla-La Mancha, ha aplaudido la respuesta a la hora de revisar el sistema de almacenamiento privado, aunque a priori “deje incógnitas” como la actualización inmediata de los precios de desencadenamiento, que “han de tener en cuenta los costes de producción”.
Según los datos que manejan, los pagos por kilo de aceite no pueden estar por debajo de los 2,28 o 2,30 euros, un suelo que hay que rebasar para que “el agricultor no vea comprometida su rentabilidad”.
El sector también desconoce, según Serrano, en qué condiciones se va a almacenar el aceite que se retire del mercado en instalaciones como almazaras, cooperativas privadas o sedes del patrimonio comunal olivarero.
“Falta información sobre cuándo se pondrá en marcha y cómo terminará la revisión del sistema”, ha subrayado Serrano, a la vez que ha insistido en valorar la protección que se dará a los “agricultores del olivar tradicional”, 56.000 en Castilla-La Mancha de los más de 250.000 contabilizados en toda España.
“Queda trabajo por hacer”, ha asegurado este portavoz de Asaja Castilla-La Mancha, que ha lamentado que países como EEUU repercutan al sector agroalimentario el castigo por las ayudas europeas a Airbus, o que esté amenazado por el Brexit.
Por ello, ante “los nubarrones que vemos”, ha estimado un otoño invierno ‘caliente’, en el que ante la falta de “una respuesta contundente de la UE, nos va a tocar salir a calle y movilizarnos”.
Reacción rápida
El secretario de la UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha visto el anuncio como una noticia “positiva” que ha vinculado a la gran manifestación del sector productor en la capital de España. “Ha sido una reacción rápida que se va a poner en marcha y es una buena noticia”, aunque falte por conocer “cómo va a ser, en qué cantidad y cuándo”.
También espera que los precios “no estén por debajo de costes”.
Morcillo ha valorado “el mensaje” que se lanza al mercado, con la reducción de oferta en los ámbitos comercializadores, a la vez que ha celebrado las ayudas públicas previstas en el sistema para las almazaras y cooperativas.
De esta manera y ante una cosecha “corta”, el sector espera que “se reactiven los precios”.
Satisfacción
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha también se han mostrado en una nota muy satisfechos por la decisión, que repercutirá positivamente en el sector oleícola de la región, tan castigado en esta campaña por los precios, muy por debajo de la media.
La medida fue comunicada este lunes por el ministro de Agricultura español, Luis Planas, tras hacerla pública el comisario Phil Hogan en el transcurso del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, celebrado en Luxemburgo.
