Comenzaban dichos actos con el ejercicio de un solemne triduo, organizado por su hermandad, terminando cada jornada con la Eucaristía, presidida por Adriano Delgado Perea, párroco de la de Santa María del Prado (Merced), a cuya jurisdicción pertenece la Ermita en la que además de la mencionada imagen mariana se venera al Santísimo Cristo del Amor, “El Descendimiento”, que salvo inclemencias meteorológicas que lo impidan recorre la ciudad en la tarde-noche de cada Viernes Santo.
Retazos históricos
Aunque si escudriñamos en ello podemos encontrarnos datos contradictorios, son más los que nos llevan a afirmar que el templo actual -aunque notable y reiteradamente reformado- se data, en sus orígenes, como de la segunda mitad del siglo XVII, perteneciendo el primitivo, sobre cuya base se levanta el que hoy podemos contemplar, al antiguo “Hospital de La Pedrera”, fechado en el precitado siglo.
Desfile procesional
Muy atrás quedan los tiempos en que las embarazadas profesaban notable devoción a Nuestra Señora de Los Remedios; como adormecido en la historia permanece el recuerdo de los churros, la música,… que inundaban los alrededores del recinto sagrado en la noche de cada siete de septiembre por otras calendas, pero lo que no ha disminuido, sino todo lo contrario, es el fervor de los vecinos de la zona, y otros puntos de la capital, hacia la imagen que -según el historiador Emilio Martín Aguirre- llegó a Ciudad Real en la década de los pasados años ochenta.
Al filo de las ocho de la tarde de este domingo partía el cortejo procesional, que abría el estandarte guía. Tras él comenzaban su caminar alrededor de cien personas alumbrando en dos filas. Al término de las mismas aparecía el trono de la Virgen artísticamente iluminado y profusamente engalanado, portado por ocho jóvenes de ambos sexos de la Hermandad del Santo Descendimiento, con un exorno floral a base de gladiolos blancos, margaritas blancas, claveles blancos y rosas, astromelias rosas, original rosa, rosas blancas y lilium en color vino.
Tras su discurrir por las calles Remedios, Espino, Toledo, Rosa, Paz, Estación Viacrucis y Cuenca, y con el acompañamiento musical de la banda de cornetas y tambores Nuestra Señora del Prado-La Pasión, regresaba la Virgen de los Remedios a su recoleto templo.
La presidencia religiosa la ostentó Adriano Delgado Perea, a quien acompañaban las señoras de la Junta de Gobierno. Una vez dentro del templo se entonó la Salve Regina.