Un tribunal popular juzgará en la Audiencia Provincial a Francisco S.H., detenido a finales de enero por la muerte violenta de su vecino de adosado en el barrio de Los Rosales de Ciudad Real. Es la principal novedad del caso que se instruye en los juzgados de la capital por la Ley del Jurado, mientras que el acusado, un hombre de 36 años, sigue en prisión preventiva once meses después.
Todavía faltan diligencias por practicar, la fundamental el informe de autopsia definitivo que será determinante en este caso para aclarar si fue un homicidio poco menos que accidental, como dice el acusado, o un asesinato como sostiene la familia del fallecido, Isidro Antonio González, de 59 años.
Lo que parece claro que Francisco y Antonio tenían una mala relación de vecindad, con denuncias cruzadas entre ambos, que el 29 de enero desembocaron en un enfrentamiento violento, en el que supuestamente el más joven le cortó en el cuello con unas tijeras de podar.
El presunto homicida contó ante el juez que poco antes de las nueve y media de la noche del día que pasó todo estaba barriendo la puerta de su vivienda adosada cuando salió su vecino. Tuvieron “unas palabrillas” –no aclaró por qué-, otra vecina los vio y trató de apaciguarlos.
“Estoy harto de ti”
La trifulca siguió en la acera hasta que en un determinado momento el fallecido le dice algo así como “estoy harto de ti”, él empuja al otro que saca las tijeras y le hace un arañazo que se ve a simple vista en la cara. Francisco entonces agarra las tijeras para quitárselas a Antonio (siempre según su versión) y en el forcejeo el otro recibe el corte en el cuello que le provocó la muerte.
“Creo que he matado al vecino”
Después de eso se mete en su casa, llama a su madre que vive en Sevilla, y le dice: “Creo que he matado al vecino”. Las tijeras se quedaron tiradas en la acera junto al cuerpo de la víctima que murió en pocos minutos. Los policías que se hicieron cargo de la investigación las recogieron allí mismo antes de detener al presunto homicida.