Coches y camiones fueron el año pasado los principales ‘pirómanos’ en la provincia de Ciudad Real. Por un vehículo ardiendo comenzaron hasta cinco incendios forestales, el de la Dehesa de Castilseras en Almadén, Chillón, Luciana, Brazatortas-Almodóvar del Campo y Ciudad Real, dos de ellos “grandes incendios”, es decir de más quinientas hectáreas.
También por un coche ardiendo junto a la ladera de la sierra de Paramera (Ávila) comenzó el grave incendio de Navalacruz que destruyó 22.000 hectáreas el agosto pasado en esa provincia y está considerado el cuarto más grave de la historia de España. El dispositivo Infocam en Castilla-La Mancha destinó recursos y medios a ese incendio, junto con el de Málaga el más devastador de 2021.
Evitar aparcar cerca del pasto o el monte
Son datos de la Consejería de Desarrollo Sostenible en este inicio de la campaña de alto riesgo de incendios que preocupan tanto a los técnicos de extinción como a los gestores políticos de la campaña. “Hay evitar aparcar un coche con el motor ardiendo en una zona de pasto o próxima a un monte público, hemos comprobado que las consecuencias son gravísimas”, afirma Fausto Marín, delegado provincial de Desarrollo Sostenible, que pide extremar la precaución.
“Como se ha visto no solo las colillas o los cristales pueden desencadenar incendios”, insiste. Precisamente por varios de esos incendios provocados por coches, la superficie forestal quemada en el verano de 2021, sobre el papel menos grave que el de 2020, fue el doble que el año anterior, con condiciones meteorológicas y de pasto peores.
El incendio de Almodóvar afectó al tráfico del AVE
Y no solo preocupa la masa forestal y de pastizal quemada, el incendio de Almodóvar del Campo afectó a la vía del AVE que estuvo cortada horas el domingo en el que empezó el fuego.
Los datos vuelven a confirmar que en una proporción de nueve a diez los incendios son evitables porque se deben a la mano, voluntaria o involuntaria del hombre.
En esta campaña de alto riesgo de incendios que ha empezado en junio también preocupan las condiciones de sequedad de la vegetación, tras un mes de mayo con un episodio de calor extremo, con máximas de 39 y 40 grados en muchas comarcas, que ha dado al traste con la humedad de los meses de marzo y abril.
Siete incendios en los últimos dos fines de semana
Los previos a la campaña de alto riesgo son malos. Solo en los dos últimos fines de semana ha habido siete incendios forestales, cuatro el último fin de semana (dos de ellos en Puertollano) y otros tres el anterior, uno de ellos en Puertollano. En uno de esos incendios, en Albaladejo, tuvieron que cooperar los servicios de extinción de incendios de Castilla-La Mancha y Andalucía.
Con esta situación la Consejería de Desarrollo Sostenible se plantea adelantar la campaña de extinción a mediados o primeros del mes de mayo. En esta época están activos los medios aéreos y todo el personal, bomberos forestales, técnicos y agentes medioambientales están concentrados exclusivamente en las labores de extinción, cada verano en condiciones muy duras.
Más de 2.000 hectáreas quemadas en 2021
El año pasado en Ciudad Real se registraron 98 incendios forestales, el 53% conatos por afectar a menos de una hectárea. Se quemaron 2.135 hectáreas. En la época de riesgo alto y extremo (1 de junio a 30 de septiembre) se contabilizaron 67 incendios, 36 de ellos conatos, que afectaron a 2.048 hectáreas de masa forestal.
En los últimos nueve años en Ciudad Real no ha habido que activar el nivel 2 de incendios (cuando el fuego amenaza a nucleos de población y se necesita la intervención de medios estatales como la UME) en ninguna ocasión.