La inflación, cercana a un 7% en los últimos doce meses (INE) y que ha afectado a multitud de sectores al elevar los precios del combustible, la electricidad o las materias primas repercute también en los roscones de Reyes, el dulce por excelencia de la primera semana del año. Sin embargo, en las pastelerías tradicionales de la capital, las ventas se están manteniendo en niveles similares a los de años anteriores.
Y es que la receta tradicional, sin esencias y con agua de azahar, sigue siendo la preferida. Así lo ha indicado a Lanzadigital el maestro obrador de Tartypas, Juan Carlos Cruz, quien añade que, a pesar del encarecimiento de las materias primas, él no ha modificado ni un ápice esa receta original que heredó de su padre, y que cada año, en las vísperas del día de Reyes, desde 1964, elabora en su obrador y pone a la venta.
“Hay mucha gente que nos encarga el roscón de Reyes aunque luego en todo el año no vengan por aquí porque no son dulceros”, explica Cruz quien añade que la receta tradicional de este bollo con forma de rosca sigue teniendo en la capital un importante número de adeptos que, por cierto, sus clientes lo prefieren sin relleno.
Respecto a los roscones industriales, Juan Carlos afirma que son demandados por el precio que es mucho más bajo pero la realidad es que cuando se prueba uno y otro nada tienen que ver. “Cuando el consumidor puede elegir opta por el roscón de Reyes elaborado con ingredientes tradicionales en un obrador”, subraya.
En cuando a las ventas, ha explicado que las previsiones no eran buenas. Sin embargo, tras un mes de diciembre muy parado “por suerte, la gente, al final, se ha echado a la calle y ha reservado su roscón de Reyes y, aunque un poco más caro que el pasado año, -los precios oscilan entre los 12 euros del pequeño y los 35 del grande-, las ventas han remontado y nos vamos a mover en cifras similares a las del pasado año”.
El tradicional roscón de Reyes gana peso
El roscón tradicional ha recuperado así su espacio y comanda las ventas. Desde la pastelería La Deliciosa, una de las más antiguas de la ciudad, explican que ha sido en los últimos días, sobre todo la primera semana de enero cuando se han empezado a reservar roscones “y estamos desbordados”.
Aquí la gente también busca el sabor tradicional del roscón de Reyes hecho con mimo y como antaño, con la receta original. Aunque en La Deliciosa el más demandado es el relleno de nata.
Frente a las previsiones más pesimistas, la realidad es que las ventas de este dulce en la capital se mantienen año tras año aunque han variado mucho las formas de presentarlo.
Las familias continúan con la tradición de comprar el roscón, si bien se opta por piezas más pequeñas que hace un par de años. Así, los más vendidos serán los roscones de medio kilogramo o tres cuartos de kilo, mientras que antes eran los de 1 kilo o 1,5 kilos los más demandados.
Los rellenos de nata, trufa o crema tienen también, cada vez más, muchos adeptos. El más clásico, sin relleno, es el mejor para disfrutarlo de un buen chocolate caliente.
Además, y como no podía ser de otra manera, un roscón que se precie tiene que llevar una sorpresa, una figurita de resina y algunos, también un haba –en Tartypas este año el haba se ha cambiado un poco y se le ha puesto forma de emoticono- . La persona que recibe en su pedazo de Roscón la figurita tendrá suerte durante el año nuevo, ya que los Reyes Magos le conceden protección. En cambio, el que recibe el haba tendrá que pagar el postre.
Tradición
Según la tradición, el Roscón de Reyes irrumpió en España de la mano de los soldados repatriados de Flandes. Sin embargo, no se hizo popular hasta la llegada de los Borbones, a partir de la subida al trono de Felipe V en el año de 1701.
Sus orígenes son de un sencillo bollo dulce en forma de rosca adornado con frutas escarchadas o confitadas de diferentes colores, simulando las joyas que llevan una corona real, en el cual se le introducen sorpresas.
En España se consume mucho en la zona centro, sobre todo en Madrid y es algo más escaso en el norte, sobre todo en Cataluña.
De los industriales, uno de los mejores es el del Lidl
A precios mucho más económicos también se pueden adquirir roscones industriales en la inmensa mayoría de hipermercados y supermercados. Según la OCU el del Lidl es el segundo mejor de los analizados por esta organización de consumidores aunque si se mira su composición poco o nada tiene que ver con la receta tradicional.
Lidl ofrece a sus clientes un total de siete opciones distintos rellenos de trufa, nata o crema. El precio de estos roscones varía según el tipo. Se puede adquirir una versión mini de nata 100% que tiene un peso de 250 gramos por 2,99 euros. Del mismo roscón existe una versión más grande, de 750 gramos. Por el mismo peso se puede encontrar un roscón de Reyes con trufa y otro con crema por 6,49 euros. Desde el pasado día 3 el Lidl de Ciudad Real los tiene a la venta y están siendo, también, muy demandados.