La iglesia de Santa Catalina de La Solana, con esa torre barroca “que es como la gran vela de un barco”, rompe el horizonte de la llanura manchega. Dice el párroco, Benjamín Rey, que es la más majestuosa de la provincia y representa “una llamada al rezo tanto por el sonido, las campanas, como por los elementos decorativos, los fanales, que son como las luces de un navío”.
Tras diferentes intervenciones de restauración, la última y más importante en 2017, Lanza entra en las entrañas de la iglesia de Santa Catalina, en el interior de las cubiertas y sube a esa torre con una escalera en espiral de 200 peldaños que corona el “magnífico” chapitel recuperado por Luis Maldonado y Enrique Nuere, “gran estudioso de los chapiteles medievales y especialista en Europa de este tipo de obras”.
Fue precisamente la restauración de este chapitel, similar al que ardió en julio de 1936, la primera de las intervenciones que sufrió en el siglo XXI. Construida entre los siglos XV y XVI, la iglesia de Santa Catalina es de estilo gótico tardío. En su interior destaca la capilla de los Salazar, con un arco en forma de llama con dos pináculos, y el resto de capillas barrocas fruto de las ampliaciones llevadas a cabo en los siglos XVII y XVIII.
La cripta del siglo XVII
La segunda reforma del siglo fue varios años después, en 2011, cuando el Ayuntamiento llevó a cabo una prospección arqueológica en la base de la iglesia, que desveló una cripta de enterramientos del siglo XVII. Hay que tener en cuenta que hasta la Real Cédula de Carlos III de 1787, que impulsó los cementerios civiles, los enterramientos eran en las iglesias o en sus alrededores.
En la actualidad es posible contemplar la cripta a través del suelo de cristal, al igual que varios muros antiguos. “Se supone que son de una antigua fortaleza, a partir de la que se construyó la parroquia antigua y luego ésta”, explica Rey. En la intervención arqueológica también apareció una capilla bautismal, en lo que era antes una habitación pequeña, y que ahora está integrada en el templo con una pila y su arco restaurado.
Aparte apareció una puertecita a un nivel más bajo que el resto del templo en uno de los laterales, que según cuenta el párroco, “conduce a una escalera de caracol” que está cegada. En el pasado, Benjamín Rey señala que “probablemente servía para subir a un torreón cuadrangular, que hoy en día no existe, por lo que no conduce a ninguna parte”.
Nuevas vigas en las cubiertas
La obra de mayor envergadura fue la más reciente, en 2017, cuando rehicieron techumbres, reforzaron estructuras y consolidaron muros, aparte de reconstruir los tejados y sellar las grietas. La obra costó 545.000 euros, que financió en un 47 por ciento la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y el resto procedió de colectas y donaciones. El Ayuntamiento puso 15.000 euros y la parroquia pidió un crédito.
La cimentación era robusta, pero el plan director realizado para comprobar los fallos del edificio detectó “un desplazamiento progresivo” de los muros, que sufrían una desviación hacia la zona sur. Todo parecía indicar, según explica Rey, que “la construcción de tejados defectuosos, montados unos sobre otros, había perjudicado a los muros”. No quedaba otra que “coser edificio por la parte alta y sellar el interior” para acabar con este movimiento.
El resultado de las obras, que duraron de noviembre a julio, es muy evidente en las fotografías tomadas por Lanza en el interior de las cubiertas, justo cuando varios electricistas proceden a la colocación de la iluminación navideña en cada uno de los arcos de medio punto que coronan el templo. “Todas las vigas de las capillas y de la nave central se cambiaron”, apunta Benjamín Rey. La última intervención en el tejado había sido en los años 80.
La capilla de Santiago
Desde entonces la capilla de Santiago, patrón de La Solana, está abierta a la nave central. Hasta ahora había estado cerrada y con la última reforma “se repararon los techos, que estaban muy agrietados, se sellaron las grietas y se recuperó la cripta”. El párroco reconoce que “esta capilla inspirada en la tradición vanidista de 1625 es una joya”. También hubo obras en la capilla de la Virgen del Pilar y en la del Ayuntamiento.
Nueva iluminación
El cambio de la iluminación, que tiene previsto realizar el Ayuntamiento de La Solana antes de Navidad, cerrará el ciclo de intervenciones en unos días. Instalarán 16 nuevos proyectores con luz led, que mejorarán la iluminación del edificio y permitirán un ahorro del 60 por ciento en el consumo eléctrico. En las próximas semanas además coronará la torre un pararrayos, que se sumará a la antena de la emisora de la Policía Local.
Nuevos objetivos a futuro existen. Benjamín Rey reconoce que a corto o medio plazo tendrán que solucionar “el problema de la calefacción”, ya que el templo dispone de un sistema muy antiguo que reparte calor a través de canales por el interior del piso y que es “deficiente”. La renovación de aparatos y canales de ventilación tendrá que ir aparejada al cambio del solado del piso.