Las artes marciales han protagonizado su vida, desde hace doce años como maestro kick boxing y muay thai, pero no fue hasta hace unos meses cuando su trabajo empezó a ser viral. David Notario está detrás del perfil @ni1agresiónsinrespuesta, que cuenta con más de 74.000 seguidores, un 70 por ciento mujeres fascinadas con el krav magá.
Enseña el sistema oficial de defensa personal del Ejército de Israel y lo aplican la mayor parte de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Europa. “Son los números 1 en lucha cuerpo a cuerpo”, explica David, que cree que es el único instructor de la provincia. Aunque llegó a España a partir de los 90, lo cierto es que su origen hay que buscarlo en los años 30, en Checoslovaquia, en la resistencia contra el nazismo.
Pese a ser un tipo de defensa personal que trabaja con “situaciones de extrema violencia”, cada vez es más popular. Sara García Alonso, la primera astronauta española de la Agencia Espacial Europea (ESA), lo practica y la actriz Ingrid García-Jonsson reconoció en el programa La Resistencia que también. Él lo aprendió en un campamento de instrucción militar en Cádiz: se pasó 5 días en el monte.
De secuestros a situaciones de violencia machista
Asaltos a vivienda, violaciones, secuestros en coche, secuestros a menores o violencia machista. Las situaciones que plantea el krav magá no dejan indiferente a nadie, y más cuando en las clases enseñan a utilizar armas, “como cuchillos o pistolas”, explica David Notario.
El lema es “hacer el mayor daño en el menor tiempo posible”. Eso es lo que diferencia al krav magá del resto de artes marciales y es la razón por la que no hay ningún evento deportivo de esta disciplina, con reglas y árbitro, explica el instructor, “porque la pelea acabaría con la muerte del adversario”.
Las clases de defensa personal proliferan en cada municipio, en muchos casos monitorizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero “esto no tiene nada que ver”. David explica que “esos talleres son de defensa personal no lesiva”, mientras que en el krav magá “aprendes a acabar con la vida de tu agresor, porque es la suya o la tuya”.
¿El krav magá promueve la violencia?
La polémica está servida, de hecho, en su mismo perfil hay comentarios a favor, en contra y hasta personas que se lo toman con humor. “La gente habla desde el desconocimiento, porque se sacan de contexto las cosas”, explica David, que insiste en que “la mayoría de los comentarios son positivos, de chicas dándonos las gracias”.
Así pues, el instructor de krav magá señala que “el hecho de que una persona sepa utilizar un arma blanca, no significa que le vaya a dar uso”. “Si yo voy a una ferretería, compro un martillo y, en vez de colgar un cuadro, abro la cabeza al primero que vea, la culpa no la tiene el que me lo ha vendido. He sido yo el que he dado un mal uso a la herramienta de trabajo”, apostilla.
¿Promueven la violencia este tipo de defensa personal o las artes marciales? David Notario considera que “en ningún caso”. “Es lo primero que enseño a mis alumnos. Dentro del tatami nos pegamos, pero fuera solo nos defendemos. Y si podemos escapar de una situación en la que haya un arma blanca o de fuego sin intervenir, lo evitamos”, afirma.
En cuanto a defensa legítima en la calle, el debate está entre si debe ser después o antes de la agresión. David Notario opina que “hay que defenderse en función de lo violenta que sea una situación”, pero la legislación española es muy restrictiva y gran parte de las técnicas del krav magá no se podrían poner en práctica.
Respecto al uso de armas de simulación, David señala que “esta disciplina lleva implícito su uso”, como lo son las ‘katas’ en el kárate. Eso sí, no es partidario de la legalización de las armas, como ocurre en Estados Unidos. “¿Que la gente vaya con revólveres por la calle? Eso no”, comenta.
Empoderamiento y seguridad
Entre las razones que da para aprender krav magá está “mejorar la condición física, prepararse ante peligros potenciales, empoderarse y ganar en confianza”. “Las chicas ganan mucha seguridad, solo con una clase”, afirma el miguelturreño, que realiza talleres en gimnasios por toda la provincia e incluso fuera de ella.
Una de sus alumnas lo confirma. “Me apunté porque siempre me llamaba la atención y me parece una buena idea que las mujeres nos sepamos defender, para que no nos quedemos paralizadas ante por ejemplo una situación de acoso”, explica Sandra López, de 33 años. Lleva tan solo 4 clases y reconoce que le gusta. “Hay un ambiente de compañerismo muy bueno”, añade.
Entre sus alumnos hay personas de todo tipo, la mayoría en un rango de edad de entre 12 y 42 años, y procedentes de toda la provincia. Asisten muchas chicas, “algunas que han sufrido algún tipo de situación de acoso o intimidación que no llegó a mayores, y otras que no han tenido un enfrentamiento violento pero que tienen miedo de que les pueda pasar”, explica David. También ha acudido una mujer de Miguelturra que acabó en la UCI hace 7 años tras recibir varias puñaladas de su expareja.
Más de 2 millones de visualizaciones en algunos de sus videos
El perfil @ni1agresiónsinrespuesta ha sido un exitazo y, de hecho, uno de sus videos suma más de 2 millones de visualizaciones. Cuenta el maestro de artes marciales que la idea la tuvieron cuatro amigos cuando hacían una barbacoa y, aunque él dice “no ser de redes sociales”, lo convencieron. Él es la cara visible, pero tiene un equipo detrás.
Desde entonces ha hecho su bandera la lucha contra la violencia de género y comenta con preocupación el aumento en un 34 por ciento de las denuncias por violaciones en 2022, al mismo tiempo que critica la reducción de penas tras la aprobación de la Ley del ‘solo sí es sí’. “No debería ser necesario que las mujeres tuvieran que saber defenderse, pero os están obligando”, insiste.
Tras pedir a los hombres “que aprendan a comportarse”, David Notario dice que seguirá con sus videos, con la coletilla ‘Ningún baboso sin dientes’, y sus talleres, el próximo el 22 de abril en Valdepeñas. Además, adelanta que en noviembre viajará con un grupo de “alumnos aventajados” y otros maestros del país a Israel para participar en un campamento formación de krav magá.