El milano real es una de las aves de las que se puede disfrutar este invierno en el parque nacional de Cabañeros, que anima a los visitantes a acercarse a la naturaleza más dormida que en otras estaciones pero con sus encantos. Las aves en general y las rapaces son uno de ellos este fin de semana de enero.
Solo de milanos reales el parque ha contabilizado 153 individuos en uno de esos grandes dormideros situados en el entorno. “Esta bonita rapaz, inconfundible por su cola ahorquillada y largas alas con una mancha blanca, se agrupa en grandes dormideros”, cuenta el parque en sus redes sociales.
A pesar de su aparente abundancia, la población de milano real ha experimentado un acusado descenso en los últimos años. Durante la invernada, esta rapaz de tendencias bastante carroñeras forma dormideros comunales situados en bosquetes o pequeños sotos fluviales, en este caso próximo al parque nacional de Cabañeros.
Un buen invierno de grullas en el parque
Otras aves de temporada son las grullas. El espectáculo más clásico de todos los inviernos. Esta temporada se han contabilizado 5.599 individuos en los principales dormideros entorno a Cabañeros. Un buen lugar para observarlas es el embalse de Torre de Abraham (que esté tan seco favorece que haya más grullas), en Retuerta del Bullaque, y la hora recomendada el atardecer.
En la provincia en total se han contabilizado 12.738, con 4.095 ejemplares en el parque nacional de las Tablas de Daimiel, 2.123 de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda y las 921 en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, según los censos oficiales.
El refugio de grandes rapaces
Célebre por haber estado a punto de convertirse en campo de tiro, el parque nacional de Cabañeros es el refugio de grandes rapaces, cigüeñas negras y otras muchas especies en peligro de extinción. El parque es hoy uno de los rincones protegidos más valiosos de los Montes de Toledo, comarca situada en la submeseta meridional, en pleno centro de España, en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
Este otoño también ha aumentado la superficie pública del parque, tras su consolidación patrimonial con la adquisición de la finca Robledo de los Charcos.