La iniciativa de Isabel Rodríguez es que esta fiesta de Interés Turístico Regional siga haciendo historia, aunque será de una manera más íntima y recogida, por lo que se descartan los actos multitudinarios como en décadas anteriores, ya que por encima de todo se buscará garantizar la salud y la seguridad de los ciudadanos y se guardará la distancia necesaria entre los asistentes.
La alcaldesa ha adelantado a los grupos municipales su intención de mantener el Santo Voto con una programación más limitada que se reducirá a la bendición de los panecillos y del guiso de carne de ternera, que se pretende elaborar en trece ollas de barro, al igual que se hacía en sus orígenes, aunque todo caso dependerá de la evolución de la pandemia en las próximas semanas.
Mantener el compromiso con los más necesitados
La propuesta es que esta carne con patatas se reparta en esta ocasión exclusivamente entre los sin techo que han sido acogidos durante estos días de confinamiento en el polideportivo Paqui Moreno, Cáritas y la Residencia de mujeres de las Hermanas de la Cruz. De esta forma se cumplirá con el mismo compromiso originario por el que nació esta celebración de ofrecer esta comida a los más necesitados del lugar.
Por tanto, se descarta la celebración de los actos de entrega de los premios de la Orden del Santo Voto, del Festival Folklórico con la participación de los grupos locales, así como la masiva distribución de miles de panes y de raciones del tradicional guiso.
Difusión por redes y medios de comunicación
Este singular Santo Voto podrá ser seguido por la ciudadanía a través de las imágenes que se difundirán y emitirán en la web y redes sociales del Ayuntamiento y de los medios de comunicación.
Esperanza en superar una gran epidemia
Isabel Rodríguez afirmó que Puertollano de esta manera renovará en la Octava de la Ascensión el Santo Voto a la Virgen de Gracia, coincidiendo con la tercera gran epidemia que ha sufrido la ciudad a lo largo de más de seiscientos años, y confía que al igual que este pueblo tuvo gran fe y esperanza en superar la peste que arrasó a toda Europa en los siglos XIV y XV, también lo hará con la que ahora intentamos vencer.
