El DOCM ha publicado este viernes el documento oficial que reconoce a la Fuente Agria de Puertollano como Bien de Interés Cultural (BIC) en categoría de monumento. En dicho documento concreta que la Fuente Agria «se ubica en la parte central del extremo meridional de este paseo, dentro del espacio ajardinado, conformándose con una construcción de arquitectura industrial que ocupa una superficie de unos 85 m²».
Se trata de una construcción que data del año 1910 «cuando se realiza en cantería una fábrica octogonal con 9 filas de peldaños que, siguiendo igualmente una planta octogonal, van descendiendo de manera progresiva, rodeando por completo al surtidor que se encuentra rehundido en el terreno. Al exterior, esta estructura queda cerrada por una serie de 8 paños de barandillas de fundición que se acomodan a los diferentes ángulos del octógono y dejan otros ocho espacios de paso en los ejes de cada uno de sus lados.
Por estos pasos, a fin de canalizar el flujo de visitantes y facilitar el acceso a la fuente a los que tienen menos movilidad, discurren hacia el surtidor cuatro barandillas similares a las del cerramiento, fijadas al segundo y séptimo peldaño de la escalinata, enfrentadas a las caras de la base de la columna en las que no hay caños. Sus extremos están rematados por piñas».
El surtidor del que emana el agua ferruginosa «se encuentra centrado en la base, canalizándose el agua al exterior mediante una columna metálica de fundición, hueca, que parte desde el centro de la superficie octogonal. La columna se levanta sobre una base circular en la que se encuentran los cuatro caños que nacen de las bocas de otras tantas cabezas de leones hechas en altorrelieve. Los surtidores se encuentran colocados en cada una de las cuatro caras de la base, orientados a los cuatro puntos cardinales.
Encima de dicha base se encuentran la basa de la columna y un fuste cuadrilobulado; a media altura se disponen una serie de ganchos -hasta ocho, dos por cada una de sus cuatro columnas- de los que cuelgan las jarrillas. La columna está rematada con un pedestal que sostiene un busto del doctor Limón Montero, uno de los primeros estudiosos de las propiedades medicinales del agua agria, ya en 1628″.
Jarrillos del agua agria
Las jarrillas son unos recipientes metálicos de forma cilíndrica, realizados con hoja de lata. Similares a los botes, presentan varias particularidades que los singularizan: sus bordes están recortados formando dientes que imposibilitan el que se puedan llevar a los labios cómodamente; de la base nace un pitorro cilíndrico, rematado igualmente en una boca abierta dentada, cuya finalidad es permitir verter el agua contenida en el recipiente. Para facilitar su uso, se dispone un asa en el lateral del jarro situado a la derecha del pitorro, y no enfrentado a él, como suele ser habitual en recipientes con asas, que posibilita que éste sea asido con la mano diestra disponiendo el pitorro hacia la cara del usuario.
El espacio octogonal en el que se encuentran los surtidores está cubierto por una estructura que responde a la tipología de quiosco de música que proliferaron en España a finales del siglo XIX. Está realizado en carpintería metálica de fundición y roblonado. Las decoraciones metálicas están configuradas mediante apliques de fundición y remaches.
Asimismo, el documento explica que el quiosco está sustentado por ocho columnas octogonales, más anchas en su base, en las que se diferencian sus diferentes elementos (basa, fuste y capitel) mediante la inserción de collarinos que los delimitan. Su fuste, que está acanalado en su parte más estrecha, sustenta capiteles de tipo compuesto con cuatro volutas. En la parte más ancha de las columnas, se adosa una barandilla de fundición decorada con barras de cuadradillo y pletinas entrelazadas que forma figuras geométricas. La barandilla se abre en el centro de cada lado para permitir el acceso a la fuente.
La cubierta es octogonal con ocho paños que coinciden con cada uno de los lados del octógono. Está configurada por una estructura metálica visible desde el interior que sostiene placas metálicas forradas en su interior con tablazón de madera. En su alero, vemos ocho gárgolas metálicas de bulto redondo con forma de cabeza de pez. Cada gárgola coincide con una de las columnas que sostienen la estructura. La cubierta se corona al exterior por un templete con cúpula de bulbo con decoración de escamas, sostenida por columnillas. Sobre el templete se dispone una veleta con un orbe en su base en la que se puede leer 1905, la fecha de finalización del quiosco.
El alero es sencillo y liso, sin decoración, destacando en él únicamente la existencia de ocho gárgolas metálicas de bulto redondo, simulando, en este caso, cabezas de pez, pero interpretados desde una filiación artística muy próxima a los grutescos de la decoración cerámica, dispuestas cada una de ellas sobre una de las columnas que sostienen de la estructura. Debajo del alero, vemos un friso decorativo calado, realizado con elementos de forja que forman cuadrados flanqueados con elementos verticales. Recuerdan a los triglifos y las metopas de los frisos clásicos.
Bajo este friso, en las esquinas formadas con las columnas, se disponen elementos decorativos en forma de S tumbada. Bajo él y enlazando con las columnas que sustentan la construcción se dispone la arquería, igualmente realizada en material de fundición, desarrollándose simétricamente en cada uno de los frentes del octógono mediante sendas estructuras en forma de “S” tumbada decoradas por una filigrana que emula elementos vegetales semejando ramificaciones vegetales.
Primeras noticias del agua agria
Las primeras noticias que hacen referencia al manantial de agua agria de Puertollano se recogen en documentos del siglo XIV que hoy se conservan en el Archivo Histórico Nacional, situándola en el ejido de San Gregorio y siendo utilizadas sus aguas para regar el huerto del cercano convento de San Francisco -actualmente sede de la Cruz Roja de Puertollano- y para el consumo de los ciudadanos.
Será a finales del siglo XVII, cuando se conocen los primeros documentos bibliográficos sobre el agua agria puertollanense. En 1685, el médico italiano Felipe Vizani del Águila publica un pequeño folleto titulado “Naturaleza de la agua Termal, Azida, de Puerto Llano. Enfermedades para que aprovecha, y forma como se ha de tomar. Que ofrece al Eminentísimo y Reverendísimo Señor Don Sabo Millini, Nuncio y Colector Apostólico en los Reynos de España, con la Facultad de Legado a Latere y Obispo de Orbieto.
El Doctor Don Felipe Vinzani del Águila, Médico de Familia de su Magestad y de la de su Eminencia”. Describe en este libro los efectos beneficiosos para la salud de la toma de agua agria de la fuente puertollanera, indicando que servía para “desbstruir las entrañas, penetrando el azido hasta las venas, purificando la sangre; y por consecuencia, viene a restituir al cuerpo las fuerzas, vigor y color”. También indica líneas después la forma de administrarla y acompañarla de ejercicio, uso moderado del vino, comer la carne siempre asada, suprimir las siestas y hacer cenas ligeras.
Entorno de protección
Como criterio para la delimitación del entorno de protección, se han incluido pues las vías públicas que bordean el parque, señalando un perímetro que, de norte a sur y en el sentido de las agujas del reloj, se desarrolla siguiendo los siguientes vértices: desde el ángulo septentrional de la esquina del paseo de San Gregorio y la calle Santa Ana, en línea recta hacia el este, hasta alcanzar el ángulo septentrional de la esquina del paseo de San Gregorio y la calle San Gregorio.
Desde aquí, hacia el sur, siguiendo la línea de las fachadas occidentales de los inmuebles ubicados en la manzana 39206, hasta la confluencia con la calle Ave María. El perímetro propuesto continúa siguiendo la fachada occidental del edificio correspondiente al mercado municipal, desde el que se dirige a la fachada occidental del inmueble identificado con el código 12 de la manzana 40200, a partir del cual, cruzando la avenida 1º de mayo, busca el vértice nororiental del inmueble identificado con el código 03 de la manzana 39270, ya en la acera meridional de esta avenida.
En ella, el perímetro propuesto se desarrolla en sentido este-oeste, hasta llegar al vértice noroccidental de la manzana 38270, en su confluencia con la calle Ricardo Cabañero. A partir de la intersección de la avenida 1º de mayo con las calles Ricardo Cabañero y Aduana, el perímetro del entorno de protección sigue su trazado en dirección norte, por la acera del paseo de San Gregorio, en línea con las fachadas de las manzanas 37290 y 37291, hasta alcanzar su punto de arranque inicial. En esta delimitación quedan incluidos, además del propio parque, la edificación de la casa de baños, también incluida en el Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha.