Es uno de los dulces estrella de la Semana Santa. Un postre sencillo pero que no deja atrás a nadie en cuanto a valorarlo como uno de los manjares propios de esta época: desde la más tradicional a aquella con la que estamos innovando en la pastelería española, por supuesto que estamos hablando de la torrija.
Llegada la época de Semana Santa a nadie le amarga una dulce torrija y en las pastelerías de toda la provincia se elaboran y venden por miles. Es el dulce más preciado en estos días.
En Puertollano uno de los lugares de referencia para poder comer en un agradable ambiente una buena torrija es Pastelería Chocolat, ubicada en el Paseo San Gregorio, donde la tradición más artesana se funde con la innovación para poder saciar todos los paladares, también el más exigente.
Esther Aibar, pastelera, explicaba que sin duda el primer paso para poder elaborar una buena torrija es la elección del pan, la base de todo este dulce que deberá contar con unas ciertas características que la hagan aún mejor.
Para la elección de este pan, en Chocolat elaboran uno especial que destinan exclusivamente a este dulce. De hecho, lo preparan un día antes para que pueda estar en su punto para comenzar la elaboración de las torrijas. “Es un pan tipo brioche, hacemos nuestro propio pan, va enriquecido con mantequilla, no le ponemos tanta sal y va con algo de azúcar, no está como el brioche que es demasiado dulce y más flojito, y sale este tipo de pan que se deja reposar un día para que tenga una textura con el poro fino que será cuando esté en su momento óptimo para hacer las torrijas, el pan es el ingrediente básico”, confirmaba Esther Aibar cuando el obrador de Chocolat ya tiene impregnado en sus aromas el olor de las torrijas recién hechas.
Leche infusionada
El siguiente paso para poder realizar una buena torrija es proceder a partir el pan en rebanadas, un poco menos de dos centímetros de grosor, y en leche que estará infusionada con limón y canela se mojarán las rebanadas, “la leche estará un poco caliente pero tampoco mucho, se le añadirá un poco de azúcar, colamos y se pone en el recipiente en el que se van a mojar las torrijas, si estuviera muy frio el pan no empaparía adecuadamente”, aconseja para aquellos improvisados pasteleros que se animen a la elaboración de este dulce en esta Semana Santa.
Así, una vez que tenemos preparada la leche ponemos las rebanadas de pan a mojar, durante un minuto, después se le dará la vuelta y se dejará otro minuto en la otra parte del pan para que vaya empapándose de leche y pueda dar, posteriormente, la textura idónea a la torrija. Esa mantecosidad que la hace tan especial al paladar.
Una vez que se han mojado en la leche se sacarán sobre una rejilla para que puedan solar la leche sobrante, “siempre se dejarán sobre la rejilla del lado contrario al que han estado en remojo en la leche”, señala como uno de los secretos para que puedan dejar el líquido sobrante. Así, en la rejilla habrá que dejarlas un tiempo hasta que ya no goteen y después se pasarán a otra rejilla por la cara contraria de la rebanada.
Posteriormente habrá que proceder a pasarlas por huevo batido del mismo modo y ya llegar al aceite para freirlas. Una vez se sacan del aceite y estén fritas “al gusto” se dejarán sobre un papel que absorba el aceite sobrante. Una vez llegado este punto y cuando estén frías se pasarán por una mezcla de azúcar y canela para hacer la torrija más clásica, pero también se pueden untar con chocolate negro, chocolate blanco, ponerle miel por encima o con crema pastelera –con vainilla, limón y canela- tostada posteriormente, estas últimas son las que están causando mayor atracción entre los clientes por la novedad de las mismas.
Esther Aibar señala que en estas semanas el ritmo a la hora de hacer torrijas es muy fuerte, porque la demanda también es muy alta. Tan solo en esta pastelería pueden llegar a elaborar hasta 5.500 torrijas para que puedan ser degustadas por todos los puertollanenses y foráneos que se acercan hasta este local en plena Semana Santa, es el número que vendieron el pasado año. En esta ocasión no se espera menos porque la cercanía de la celebración del Día del Padre también hace posible que acuda mayor número de clientes a degustar este típico dulce de Semana Santa.
En el obrador el trabajo sigue adelante en la elaboración de estas torrijas que en la zona de desayunos siguen reclamando para degustar, no obstante es uno de los productos estrella para estos próximos días.
Los clientes tienen gustos variados porque las torrijas tradicionales se venden mucho, pero también tienen muy buena aceptación las de chocolate o las de crema quemada, “nosotros vendemos muchas de todas”, afirma con rotundidad consciente de que cualquier tipo de torrija tiene una buena salida en su establecimiento.
Todas ellas están exquisitas y se podrán degustar durante toda esta Semana Santa en Chocolat en Puertollano, porque no hay Semana Santa si no se acompaña de una buena y dulce torrija, ya sea la más clásica o de aquellas en las que se innova y también resultan atractivas para probarlas un año más.