Este 2023 se cumple el 150 aniversario del inicio de la minería del carbón en Puertollano, una efeméride que es digna de celebrar en una ciudad industrial que es lo que es en la actualidad gracias a los mineros que durante décadas trabajaron en las entrañas de la tierra. Para conmemorar esta fecha se han organizado diferentes actos que se irán celebrando a lo largo de este año y cuyo punto de partida ha sido la historia de la minería del carbón con el historiador Luis Pizarro.
Luis Pizarro, emocionado tras escuchar la tradicional “Jota de Puertollano” de la magnífica voz de Hortensia comenzó su exposición sobre lo que ha sido la minería del carbón para la ciudad de Puertollano, “si Puertollano es hoy lo que es, es gracias a que se descubrió el carbón, en 1873, hace ya 150 años, el cambio que supuso para la ciudad fue tan grande que desde entonces Puertollano fue otro, entonces tuvo un crecimiento espectacular, la fisonomía, la estructura, la demografía, la economía de Puertollano cambio radicalmente y si hoy somos lo que somos en gran medida se debe al descubrimiento del carbón, es tan grande el tesoro que no se entendería que Puertollano no celebre a lo grande un aniversario de esta importancia”.
La primera mina que se abrió en las entrañas de la tierra de Puertollano fue “La Extranjera”, inscrita un 14 de junio de 1873. La llegada de los inversores, que habían detectado la posibilidad de una capa de carbonífero en Puertollano, como el Conde de Valmaseda y Vicente Delgado Porras, alcalde de la ciudad en esta época, son los que inscribieron esta mina y comenzaron los trabajos de exploración dirigido por un francés de origen marsellés que, posteriormente, dió nombre a uno de los pozos mineros “San Hilarion”, aunque no fue muy conocido.
La minería del carbón en Puertollano siempre ha estado ligada a los franceses que durante décadas explotaron las minas ubicadas en Puertollano, “siempre hemos tenido un fuerte vínculo con Paris”, decía Luis Pizarro, ya que algunos escritos de los años 1920, 1930 ó 1940 están en francés y así permanecen en el archivo histórico de la ciudad de Puertollano.
De hecho, la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya llega en 1909 para explotar el carbón de Puertollano, una sociedad que tenía su sede en París y formada con capital francés, “muy propio para la España de finales del XIX y principios del siglo XX”, explicaba Pizarro. Sociedad que explotó estas minas hasta su declive en la década de 1960.
El momento álgido del carbón de Puertollano obedece y coincide con la presencia de las dos Guerras Mundiales, la I Guerra Mundial supuso un momento de mucho esplendor porque creció enormemente la producción por las necesidades que tenían los países beligerantes y, en un segundo momento, en la II Guerra Mundial. Si bien, lo mismo que subía la producción del carbón también bajaba tras las mismas. “La historia de Puertollano siempre ha estado sometida a unos vaivenes y unos dientes de sierra, de crisis y momentos álgidos, que ha sido una constante de nuestra historia, el carbón trajo un cambio absoluto en la mina de Puertollano, una riqueza indiscutible, pero también muchos sinsabores porque el trabajo de la minería es muy duro y esto originó momentos de tristeza, de dolor y de familias que quedaban en el desamparo”.
Luis Pizarro hizo referencia, en su conferencia, a las aportaciones que los puertollanenses les transmiten con sus recuerdos de décadas pasadas. En este sentido citó a Graci Franco quien recuerda que en la Clínica Calvo Sotelo llegaban todos los días las ambulancias y si los llantos se paraban en aproximadamente una hora sabía que era un herido, si continuaban durante toda la noche algún minero había fallecido. Las explosiones de grisú más importantes en la historia de la minería del carbón de Puertollano fueron en el año 1953 y 1958, accidentes mortales que sin duda quedaron grabados en la memoria de muchos puertollanenses por el dolor que transmitían a toda la sociedad. Otros recuerdos sobre La Nava y los ferrocarriles que transportaban el carbón también están presentes entre los puertollanenses como Rafael Gallardo, los vagones de La Pepita y La Batosa que también han quedado grabados en la memoria de los ciudadanos que vivieron esta época.
Así, aunque muchos puertollanenses no pudieron estar presentes en esta conferencia sobre el 150 aniversario del carbón en Puertollano su corazón sí estaba en esta ciudad donde trabajaron durante muchos años en las entrañas de la tierra. Porque Puertollano, ya lo dijo Julián López, es fruto del milagro del Santo Voto, del tesoro de su carbón en sus entrañas y de un hecho mágico como es la Fuente Agria.
Pero Puertollano también ha sido siempre una ciudad acogedora y una ciudad a la que han ido llegando vecinos de otras poblaciones de la provincia. De hecho, en la población de Puertollano de 1940 ya había 85 poblaciones representadas en Puertollano con alguno de los vecinos de los municipios de la provincia de Ciudad REal, de ahí que siempre se haya dicho “hay más gente de fuera de Puertollano que de dentro”, una certeza en la afirmación.
Por su parte, el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, explicaba que la minería “fue la oportunidad de Puertollano” porque supuso además la semilla para la instalación de las destilerías que marcarían también el inicio del complejo petroquímico. “El carbón fue el gran cambio que supuso para esta ciudad y queremos seguir siendo pioneros”, en esta ocasión con las nuevas formas energéticas que están naciendo en esta localidad en estos momentos como el hidrógeno o el acero verde.