Desde primera hora de la mañana, los hermanos de la Hermandad de Las Palmas se movían rápidos en las inmediaciones del Colegio Salesianos Hermano Gárate. Últimas comprobaciones antes de salir a la calle para vivir con devoción la primera de las procesiones del Domingo de Ramos ciudadrealeño que, estaba claro, volvería a desbordar las calles de la capital provincial que, por algo, disfruta de la declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

/Clara Manzano
Han sido muchos los meses de ensayos, de preparativos y, sin embargo, siempre queda ese hormigueo que recorre las entrañas hasta que la música empieza a sonar y los Hermanos se hacen protagonistas de unas calles devotas, donde se comparte la fe cristiana y las miradas cómplices en las que se intercambian los recuerdos sin necesidad de decir nada, en una tradición que pasa de mayores a pequeños, que embelesados miran la figura de Cristo emergiendo sobre la pequeña borriquilla en su entrada a Jerusalén.
Tal como explicaba a Lanza José Manuel Moreno, Hermano Mayor de la Cofradía, “los nervios siempre están, por mucho que hayamos ensayado y por muchos años que llevemos ya puliendo detalles para lucir con el esplendor que merece este día para nosotros”.

/Clara Manzano
A las doce de la mañana, bajo un cielo plomizo amenazante pese a la suavidad de las temperaturas primaverales, Francisco Cañizares, alcalde de Ciudad Real ha dado la venia para abrir las puertas de la ciudad para que así los vecinos hayan podido recibir con los brazos abiertos la primera gran procesión de su Domingo de Ramos, que ha impregnado sus calles de olor a incienso y del respeto que surge cuando los costaleros portan a hombros las tallas y las músicas cofrades hacen sonar el eco en calles donde habitualmente no se escucha nada, salvo el tránsito de lo mundano.
Después ha empezado el desfile del centenar de palmas, que ha vuelto a superar las cifras por segundo año consecutivo, dibujando el horizonte ciudadrealeño de un amarillo tenue, símbolo del triunfo de la fe sobre la muerte anunciada de Cristo.
Portado a hombro por dieciséis jóvenes, el paso del Niño de la Paz ha abierto la comitiva, donde el protagonismo ha recaído sobre la imagen de Jesús entrando en Jerusalén a lomos de la borriquilla, tallada por José Rabasa, que ha vuelto a subir al cielo bajo el impulso de cuarenta costaleros que han hecho su salida de rodillas desde el pórtico de entrada del colegio Salesianos cayendo sobre ellos los pétalos blancos en señal de gloria.
La procesión se ha guiado por la música de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Redentor de Moral de Calatrava, que ha interpretado en primer lugar el himno de España, para dar paso a la solemnidad bajo las notas de “Entrando a Jerusalén”, con el que se han guiado los primeros tramos de una procesión siempre especial para los vecinos de Ciudad Real.

/Clara Manzano
Peticiones y anhelos en el Domingo de Ramos
Como ya es tradición, La Borriquilla ha llevado un cofre en el que hermanos y devotos han depositado peticiones y oraciones. José Manuel Moreno explica que “los dos últimos años lo hemos llevado a cabo, y en esta ocasión, de nuevo los hermanos y devotos han participado activamente. No puedes imaginarte cómo está el cofre”.
Porque la fe es eso que se espera desde el convencimiento, sabiendo que al final el destino siempre acaba recomponiendo lo que nunca se acaba de ver.
Tramo sin ruido para las personas con autismo
Aunque este año el Domingo de Ramos no ha coincidido con la conmemoración del Día Internacional del autismo, que se celebra cada 2 de abril, de nuevo ha habido un tramo de silencio en la calle Paloma, para que las personas con espectro autista (TEA), hayan podido también manifestar su devoción desde la tranquilidad.

/Clara Manzano
QR informativos como novedad
La gran novedad de este año en la procesión de La Borriquilla, ha sido la disposición de códigos QR a lo largo del recorrido, donde la Hermandad ha querido facilitar información sobre la procesión “para que todos los presentes, puedan tener una participación más activa”, comentaba Moreno a este medio.
“Somos una de las Hermandades más jóvenes de Ciudad Real y sabemos que llegar a la población a través de este tipo de iniciativa es muy importante. Por eso, hemos querido poner en marcha este año la inserción de QR para que la experiencia y la procesión tengan esa parte de valor añadido”.
Pasadas las 15:30 de la tarde, las tallas han sido devueltas a su lugar en el colegio Hermano Gárate, aguardando ya el encuentro con los vecinos de Ciudad Real el próximo año.